Por Jesús Michel Narváez
Como aquí nadie se lo preguntó, aunque presumen en Palacio Nacional que la “libertad de expresión es sagrada”, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris respondió.
Habló de lo que les puntualizó a los presidentes de Guatemala y México. En una entrevista exclusiva con la agencia española EFE, la segunda en la cadena de mando en la Unión Americana señaló: “Este es un tema que me preocupa profundamente, porque queremos asegurarnos de que hay independencia; un sistema judicial independiente, una prensa independiente, y que las organizaciones sin ánimo de lucro, las ONG, puedan hacer su trabajo sin interferencias. Eso lo dejé muy claro”.
La doctora Iliana Rodríguez Santibáñez, especialista en relaciones internacionales y académica del TEC de Monterrey, me comentó que una cosa es el discurso y otro la realidad; sin defender al presidente López si estableció que las expresiones en contra de Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad se gestaron al calor de las campañas electorales que, por cierto, se advertían sumamente peleadas.
Sin pretender polemizar, hay que puntualizar que el huésped de Palacio Nacional incluso acusó de “traición a la patria” el que MCCI reciba fondos de un gobierno extranjero y dejó en claro que su gobierno había enviado una nota diplomática a Washington para que cesara el apoyo financiero.
Aunque insistió en más de cuatro ocasiones en el tema, la Casa Blanca no tomó el reclamo para incorporarlo en su agenda. Por el contrario, el presidente Biden anunció que se incrementarían los apoyos para las ONG sin espacio de lucro y que la intención no es intervenir en las políticas internas de otros países -jamás mencionó a alguno en particular- sino fortalecer las libertades.
De acuerdo con el despacho de EFE la vicepresidenta explicó: fui “muy franca” con los presidentes mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y guatemalteco, Alejandro Giammattei, y les dijo que está “preocupada por la corrupción y la impunidad” en sus países.
“Fui muy directa con cada uno de ellos respecto a esas preocupaciones”, garantizó Harris en su conversación telefónica con Efe, dos días después de regresar de su viaje a Guatemala y México.
Así o más clarito.
Concediendo sin aceptar que las campañas hubieran tenido el efecto que llevó al presidente a calificar de “traición a la patria” la recepción de recursos de Estados Unidos, evidenció que le duelen las verdades y que no acepta otras que no sean las suyas.
La sumisión del responsable de Exteriores, Marcelo Ebrard, que compra todas las inquietudes que le provocan los medios internacionales a su jefe, lo hizo enviar la nota diplomática con tinte de reclamo y la respuesta ya la conocemos: “…una prensa independiente, y que las organizaciones sin ánimo de lucro, las ONG, puedan hacer su trabajo sin interferencias. Eso lo dejé muy claro”.
Seguramente el señor López considerará injerencista la opinión de la señora Harris y de nueva cuenta se irá contra los medios de comunicación, los periodistas, los analistas, los investigadores periodísticos. Tiene “carnita” para hacerlo, porque su punto de vista es que en México solamente abordemos los temas que le convienen. Otros forman e impulsan el amarillismo.
Ojalá y el presidente se diera cuenta de que Dios es otro… no él.
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