Representantes de mil 300 de empresarios de bares, centros nocturnos y discotecas manifestaron hoy su disposición de hacer lo necesario para reactivar sus negocios, como la aplicación de pruebas de diagnóstico de Covid-19 y tener aforos iniciales de 30 por ciento.
Durante una conferencia de prensa. Helking Aguilar, presidente del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (AMBADIC), reclamó al Gobierno de la Ciudad de México retomar las mesas de negociación para poder reabrir sus negocios, luego de que el Semáforo esta en verde
En un local de ese tipo, ubicado en la colonia Roma, explicó que, si los restaurantes pueden dar servicio a su interior con un 50 por ciento de aforo y servir bebidas alcohólicas hasta la medianoche, no ve la razón por la que a dicho giro no se le apruebe abrir con un aforo del 30 por ciento y servir licor hasta las 01:00 horas.
“Queremos hacer bien las cosas, funcionar bien, no en forma clandestina, y las condiciones de salud están dadas para abrir”, recalcó y de paso pidió a los alcaldes y diputados locales que ganaron las elecciones más recientes negociar un plan de trabajo para ordenar y facilitar el crecimiento de la vida nocturna en la Ciudad de México, así como revisar la Ley de Establecimientos Mercantiles capitalina.
Dio a conocer que la última reunión que tuvieron con las autoridades de la ciudad fue antes de que iniciaran las vacaciones de la Semana Mayor, y desde entonces les han dado largas para sostener una nueva junta, por lo que consideró que hay una cerrazón absoluta.
Ante esto, adelantó que la semana próxima darán a conocer fechas y lugares de movilizaciones que efectuarían, a fin de exigir que les permitan reabrir sus negocios, porque hay una desesperación total en el gremio, luego de la quiebra de mil 200 sitios de esparcimiento y la sobrevivencia de solamente 300.
Comentó que parecería que hay una discriminación directa contra ese giro, por lo que planteó piso parejo para los establecimientos de la vida nocturna capitalina.
Finalmente, denunció que mientras a ellos se les obliga a permanecer cerrados, proliferan las fiestas clandestinas en la ciudad, a las que se puede acceder, por ejemplo, en Iztapalapa por 100 pesos y a una de las Lomas de Chapultepec la entrada puede llegar a costar hasta dos mil pesos.
