Diego Rosas, candidato a diputado local por el PAN del distrito 17 del Estado de México, utilizó sus influencias como regidor de Huixquilucan, para presuntamente apoderarse de una vivienda de lujo en la colonia Lomas del Olivo.
De acuerdo con testimoniales de personal de catastro del municipio, Diego Rosas se valió de una incautación que hizo el gobierno municipal partir de una deuda de predial que existía por sus anteriores habitantes para que el municipio del cual él era primer regidor le rematara a precio de regalo el inmueble arrebatado a una pareja de la tercera edad, la cual al verse despojada del fruto del trabajo de una vida, falleció poco después.
La residencia se encuentra ubicada en el Retorno de los Carretones de la colonia citada anteriormente, es habitada actualmente por el candidato a diputado local en el distrito 17 del Estado de México, y se encuentra resguardada por elementos de seguridad las 24 horas.
Los anteriores dueños del inmueble enían un adeudo de impuesto predial con el municipio de Huixquilucan, pero el gobierno de Enrique Vargas consideró que la deuda era “impagable”, por lo cual estableció un crédito fiscal, mismo que fue ejecutado por la autoridad municipal mediante el embargo del inmueble.
Posteriormente el municipio “para recuperar fondos” remató dicho inmueble para cobrarse a partir de él. Así, el comprador de esta propiedad en Lomas del Olivo, Huixquilucan, fue Diego Rosas, quien era entonces regidor del Ayuntamiento, lo cual representa un evidente tráfico de influencias pues no puede un funcionario público ser juez y parte en un problema particular.
La gravedad que el caso tiene, cobra especial importancia ya que con lo que gana Diego Rosas no le hubiera alcanzado para pagarlo ni siquiera juntando su salario durante varios años, pues el costo de las viviendas en dicha colonia superan los 15 millones de pesos, y esa casa fue obtenida como producto qué un ejercicio indebido del cargo que ostentaba en el ayuntamiento de Huixquilucan.
