Países Bajos a cuartos en Qatar

Holanda, sin hacer tanto esfuerzo, sin transpirar, como en una relajada sesión de entrenamiento, acomodó a Estados Unidos en el ataúd y pagó los aranceles de exportación. 3-1, el epitafio, porque no quiso ir por más.

Holanda sólo pasó dos tragos amargos. Al minuto dos, un desperdicio de Christian Pulisic sólo ante el arquero Andries Noppert, y un gol de carambola, fantasía y chiripa por parte de Haji Wright. Para el resto del trámite, Louis van Gaal había entregado un libreto preciso, detallado, para matar a los estadounidenses con certeros latigazos.

Con una gran afluencia dividida entre los 44 mil 846 aficionados, que tuvo pocos momentos de algidez entre los festejos en coros de “Hooooolland”, y las desesperadas arengas de “USA, USA”, con el Estadio Khalifa como un escenario lleno de presencia futbolera.

Apenas al minuto dos, por izquierda, donde prácticamente le dieron licencia para esconderse, enfrenta al arquero holandés, pero regala su disparo ante el amague de Andries Noppert. Pudo escribir la historia y derramó la tinta.

Pero Países Bajos se cimentó en la paciencia. La emboscada rompe en la primera oportunidad de transición, al minuto ‘9i. La forma holandesa de desbalance encuentra siempre las espaldas de los defensas e inutiliza a las dos contenciones estadounidenses. Gestan por izquierda, complementan por derecha, donde Denzel Dumfries, amaga servicio cerrado, pero traza diagonal, y el remate de Memphis Depay es por el centro, cruzado, abajo, a la derecha. Sus marcadores fueron a línea de fondo, mientras él entrada desde el segundo frente.

Holanda o ahora Países Bajos endosó aún más el desgaste en el ímpetu del adversario. Sin duda, Van Gaal había retocado el libreto, o Berhalter vio otta versión holandesa. Los europeos esperaban desde su una zona poblada, apretada, más apretada que corsé de viuda en terceras nupcias. Y Estados Unidos, a desesperación plena, sucumbía en la batalla táctica y atlética.

Al minuto 46 en el agregado. Esta vez es Tim Weah el que despierta al arquero holandés, quien sobre la izquierda ataja el balazo, pero segundos después, vendría la respuesta con la misma fórmula: recuperación, salida en la zona descubierta de Estados Unidos, manejo de izquierda a derecha, sin burocracias hasta Denzel Dumfries. De nuevo el balón al centro, y de nuevo unj remate cruzado, esta vez de Daley Blind, mientras Depay jalaba sabuesos.Poco le dura la pirotecnia a Estados Unidos. El futbol le hace justicia a Denzel Dumfries. De nuevo los europeos hacen trú-trú y rococó en el área estadounidense. El balón encuentra a Denzel perfilado y fusila a Matt Turner. 3-1 al ’81.

Por lo que para los equipo de Concacaf termina la aventura y para Holanda nos regalará un estupendo encuentro contra los Argentinos.

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