Por Silvestre Villegas Revueltas
Desde el siglo XIX hasta por lo menos el inicio de la década de 1980 los diarios de circulación nacional se pronunciaban abiertamente por un determinado candidato a la presidencia, gobernador estatal o ciertos aspirantes a ser funcionarios a nivel municipal. Pero las cosas fueron cambiando, primero debido a las necesarias regulaciones en los elementos de las campañas electorales que se llevaban a cabo, para evitar cargadas partidistas y el consecuente fraude del candidato oficialista, pero luego, a partir de los años 2000 el IFE luego INE han llegado a extremos absurdos que, como el feminismo radical, ven a todo hombre como violador y en el caso de la propaganda electoral, cualquier frase o actividad de un funcionario federal o estatal en funciones puede ser considerado como actividad proselitista. Lo anterior no ha evitado que el Consejo General de INE haya buscado subterfugios normativos para descartar la abreviación temporal (un mes) de las campañas, hacerlas más baratas y reducir los enormes presupuestos que tienen los partidos políticos en México, algunos de los cuales son abiertamente instituciones SA de CV.
Para el caso que nos ocupa actualmente, que son las elecciones del domingo 6 de junio, vale la pena comenzar con la primera mentira: posiblemente será la elección donde un mayor número de electores llegue a votar, pero no será la más importante en la historia de México porque hasta el 2021 podríamos señalar que recientemente la de 1988, 2000, o la pasada del 2018 implicaban más asuntos medulares que la posible pérdida de la mayoría cameral que hoy tiene Morena, el presidente López Obrador y el supuesto dique a posteriori para las supuestas reformas y cambios que el presidente quiere implementar. Me parece importante recordarles a los estimados lectores de este artículo, que todas las elecciones intermedias de un gobierno en funciones terminan siendo un varapalo, grande o pequeño para quien detente la figura del poder Ejecutivo. ¿En Alemania, cuántas veces elecciones camerales y estatales no le han pegado al gobierno de Angela Merkel? Muchas, pero en sus 17 años como canciller ha sabido recomponerse. En los Estados Unidos ya fuese con Bush junior, Clinton, Obama y Donaldo, todos ellos han perdido en las elecciones intermedias el control de la Cámara de Representantes (diputados) y en algunas ocasiones la de Senadores, pero se han reelegido y en minoría ¡vaya que han llevado a cabo programas de gobierno concretos y cambiando el nivel del discurso y negociación internacional! Lo anterior quiere decir que, aunque perdiendo la mayoría, el gobierno de López Obrador seguirá teniendo un margen suficientemente amplio para avanzar en algunos temas de su agenda. En otros lo detendrán, amén de que genuinamente nadie, ni él mismo lo sabe ¿cómo habría sido su administración en reformas, presupuestos, innovaciones, etc., si no se hubiera materializado la pandemia del Covid, que tan profundos daños ha causado en México y el resto del mundo?
Hace meses escribí que el ciudadano votante se estaba enfrentando a un genuino “sufritorio” (sic) porque cada media hora o quizá menos minutos tenía que chutarse la retahíla de mentiras que son el denominar común de los anuncios de todos los partidos políticos. Los del PRI son desvergonzados, y del todo mentirosos, porque esconden que se llegó como se llegó al 2018, por todas las pifias cometidas desde 1972 hasta el fin del gobierno de Peña Nieto. Éste realizó lo imposible, dejar como régimen medianamente corrupto al lopezportillismo. Hay que subrayarlo y reiterarlo: México antes del 2018 no era Finlandia que tiene un magnífico sistema educativo, niveles reducidos de violencia, corrupción al mínimo, etcétera. Por su lado el panismo tiene dos culpas de dimensiones históricas: en el 2001 pudo haber enterrado al PRI pero le dio oxígeno, vitaminas y lo revivió. Segundo y quizá peor, los dos gobiernos emanados del PAN se mimetizaron en las prácticas clientelares, corruptoras y antidemocráticas del priísmo, perdiéndose la diferencia entre unos y otros. ¡¡De la izquierda…qué decir!! Primero, ha sido ineficaz en los pocos gobiernos del PRD, pero sus dos peores pecados son: el canibalismo entre sus tribus que dio origen a la secesión de López Obrador, al muy bien ganado ostracismo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Y que perdió brújula ideológica con personajes como Porfirio Muñoz Ledo que nada más le falta apoderarse de FRENAA, hacer negocio con ella y luego tronarla como hizo con el PARM. Desde esta trinchera les solicito a los votantes no dar respaldo electoral al PRD, debe dejar de existir como instituto político porque en lo que lo convirtieron resulta que ya no tiene sentido.
El PT tiene un discurso y anuncios verdaderamente de partido radical de izquierda comprometido con las causas que sufren los pobres, pero cuando cobija a personajes como al ex delegado Toledo, las simpatías se esfuman. Luego vienen MC, el Verde (sic), PES, Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México amén de todos los pequeños partidos locales. Verdaderamente al contribuyente que paga sus impuestos le sale muy caro mantener semejantes partidos políticos personales, algunos de los cuales son genuinamente negocios de temporada.
Con lo anterior no quiero decir que no representen a nadie, por el contrario sí recogen el parecer de alguna parte del electorado, pero mundialmente han surgido como hongos malignos de la descomposición de los partidos tradicionales, de la supuesta representatividad política de minúsculos intereses sociales, y en general han dañado el genuino juego democrático: véase lo que sucede en España, Israel, Italia. La serie televisiva Borgen de Dinamarca da una idea muy interesante del equilibrio de minipartidos, con minirepresentación popular, en un inestable sistema parlamentario.
Todos son unos mentirosos y si por mi fuera me abstendría, pero ello no es maduro en un ciudadano que sabe lo importante de la democracia y la legitimidad que debe tenerse para gobernar o seguir gobernando. Una posibilidad es votar diferenciadamente, porque ello retrata la realidad mexicana de evidentes aciertos y errores. Solo el partisano vota y quiere hacer que los demás voten por una sola opción.
