Por Alfredo Mejía Montoya
En la gran historia de la vida, siempre hay personajes que nos dejan enseñanzas, otros que nos son referentes y otros que nos dejan solo daños. Y la vida misma dentro de su plan perfecto, da la oportunidad de corregir o seguir con el bien (bienestar) o con el mal (malestar). Ello, solo es una parte del ciclo universal, y esos principios los humanos los hemos ido recogiendo a través de los siglos, en algunos temas nos hemos tardado demasiado en darnos cuenta del como debieran ser las cosas y del como no. Y en otras han sido tan rápido que apenas nos hemos dado cuenta de ello.
Como las vacunas contra el Virus SARS-CoV2, en las que decenas de países contribuyeron a generarla para evitar la propagación del virus, y terminar lo más pronto posible con la pandemia que provocó. En el pasado, las vacunas tardaban demasiado en producirse, ahora los investigadores, científicos y muchos dólares hicieron posible que en menos de un año se descubrieran las vacunas contra el Covid-19.
Así, los doctos sociales, en las reglas de los límites de la sociedad, dijeron a manera de principio “el ser” y el “deber ser”; o el otro dilema de Shakespeare –to be or no to be that is the question– “ser o no ser, esa es la cuestión”.
La diferencia entre el ser y el deber ser radica en los valores morales y éticos de las personas. Solo los individuos que tienen claro cuáles son los valores morales y éticos que deben regir su vida dentro de la sociedad (ser), serán capaces de llevar adelante una vida enmarcada dentro de lo que es el deber ser, acatando las reglas, cumpliendo la ley, ver por los que menos tienen, no usarlo, quién no lo tiene claro, simplemente serán diputados, senadores o hasta presidentes, claro, la excepción confirma la regla y también pueden ser conservadores, neoliberales, de derecha, de izquierda, de derecha populista o simplemente populistas, hay de todo.
En todo proceso social, político o económico, ya no digamos legal, existen una multiplicidad de formas de actuar o de ver las cosas. En la ética uno es juez y a la vez parte de su conducta, responsable de lo que hace conforme a su conciencia; la moral, se refiere a normas impuestas por la sociedad, por lo que va cambiando de acuerdo con la época, a las circunstancias y a la dinámica de una evolución social.
Hay quienes no evolucionan, cierto, otros evolucionan temerariamente rápido que despegan de sus congéneres, y a veces se convierten en lideres o simplemente referencias a seguir en el futuro presente, porque la vida corre por internet.
Y aquellas personas que se quedan en el pasado, cuando por cualquier circunstancia o por simple accidente de la vida o proceso electoral (provocado por políticos corruptos), llegan a ser líderes, o con un status definido, como en el caso el presidente Andrés Manuel López Obrador, que confunde tales conceptos, vaya, hasta quiere crear conceptos como el de la ¿economía moral? cuando reclamó duramente los días 18/19 de mayo, no solo al órgano autónomo Banco de México (BM) sino a su gobernador Alejandro Díaz de León, del por qué no se había entregado remanente de operación a su gobierno, respecto de las divisa dólar por el año de 2020, exigiendo transparencia, y en desafortunada declaración dijo que el Gobernador no tendrá su refrendo a fin de año, por lo cual propondrá en diciembre una terna para nuevo Gobernador del BM, que tendrá que ser un economista, honesto y que maneje la ¿economía moral? Declaración que cimbró a los mercados y a los inversionistas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Si bien el ataque fue al Gobernador, indirectamente se traduce que en realidad fue en contra de los órganos autónomos, que le molestan éticamente a su proyecto, entre los que ha señalado y desacreditado están el INE, el INAI, la Cofece, el IFT, la CNH, la CRE, Coneval, y privados como a ciertas ONG’s entre ellas Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) ¿entre otros?
Precisamente a esas acciones cotidianas para unos, para el titular del ejecutivo es una norma de conducta, porque si las promesas de campaña en si son un compromiso ético y no se cumplen, difícil es pensar que en realidad vela por los pobres, por los que menos tienen, ya que sus actitudes y acciones son totalmente diferentes o adversas, como hemos visto a través de su gobierno, eliminando instituciones que en realidad ayudaban a dicho sector, como las estancias infantiles, comedores públicos, el Seguro Popular (SP), las cuadrillas de las campañas de vacunación, ayuda a víctimas, el desabasto de medicinas, abandono de los enfermos de cáncer principalmente niños, desapego por los feminicidios, a la inseguridad, a la falta de ayuda económica a la población en época de la pandemia, donde se incito a toda la población a “quédate en tu casa” y entre ellos, la que menos tiene a confinarse en su casa, sin recibir ayuda económica alguna, por lo que tenían que salir de casa a trabajar por el sustento diario, y claro a contagiarse y quizá morir (341,149 fallecimientos reconocidos oficialmente al 24/Mayo/2021, por conteo de la Secretaria de Salud (SS) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con base en Actas de Defunción con causa de muerte Covid-19).
Olvidando de plano las otras muertes que no derivan del Covid-19, las cotidianas, las ocasionadas por enfermedades degenerativas, de infartos, derrames cerebrales, fracturas, accidentes o de cualquier otra causa, que no fueron atendidas en hospitales públicos, aún a los que tenían seguridad social.
Y sendos ataques a diario desde palacio nacional a los científicos, a los fideicomisos, colectivos feministas, a los medios de comunicación, escritores independientes, llamándolos no solo opositores, corruptos, chayoteros, sino términos como los de conservadores, neoliberales, enemigos del régimen, aduciendo que “el que no está conmigo, está contra mí”, términos novedosos en nuestro país, dignos de países socialistas, totalitarios o dictaduras.
Considerando, además, programas prioritarios en donde López Obrador regala dinero en efectivo sin ningún recato y transparencia, siendo precisamente las discordancias del actuar ético, tales como Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad; Sembrando Vida; Programa de apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras; Becas para el Bienestar Benito Juárez; Jóvenes Construyendo el Futuro; Tandas para el Bienestar; Distribución de fertilizantes; Apoyo a los pescadores, etc.
Pese a la crisis económica por la que atraviesa el país, el crecimiento económico no se vislumbra por ningún lado, y esto le corresponde al gobierno federal simplemente ejerciendo el presupuesto en proyectos sustentables, de infraestructura en todo el territorio nacional, no como los “programas prioritarios”. Recursos que se podrían utilizar en crear polos de desarrollo a fin de que la población salga del subdesarrollo y se integre a proyectos productivos y sustentables que le beneficien, que generen empleos e implique valor agregado y se abran las cadenas de valor que haría que la economía del país creciera positivamente.
Es por ello, que ante los hechos y deformaciones éticas del presidente Andrés Manuel López Obrador en su proyecto de país, es probable que algunos ciudadanos no estén de acuerdo con las políticas de gobierno prometidas y no cumplidas, por lo tanto, las elecciones le llegan a la ciudadanía como anillo al dedo para optar por otras propuestas que los vinculen con sus representantes y proponer una mejor conducción y administración del Gobierno Federal.
¿Qué es más digna acción del ser… sufrir los tiros penetrantes del ataque injusto, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darles fin con atrevida y pacifica resistencia el 6 de junio?
freedomm