El esfuerzo por conseguir una cura contra el VIH reconoce la trayectoria de la investigación científica en el país. Sin embargo, es común el desabasto de medicamentos para su control; en junio de 2019, derechohabientes protestaron contra esta situación simulando un cementerio en calles cercanas al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
El esfuerzo por conseguir una cura contra el VIH reconoce la trayectoria de la investigación científica en el país. Sin embargo, es común el desabasto de medicamentos para su control; en junio de 2019, derechohabientes protestaron contra esta situación simulando un cementerio en calles cercanas al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Foto Luis Castillo
Ciudad de México. La alta capacidad de mutación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, dificulta a los investigadores encontrar una cura. No lo han conseguido en los 40 años que lleva la pandemia. Un nuevo intento por lograr una vacuna inició a finales de 2020 con un ensayo de fase 3 que se realiza en ocho países, entre ellos, México.
Juan Sierra Madero, director de la Clínica de VIH/sida del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), es el investigador principal y comentó que tomó un año la preparación del estudio, el cual tendrá una duración de dos años.
En el estudio participan 3 mil 900 personas con alto riesgo de contraer el VIH, de las cuales 300 son mexicanos de Yucatán, Jalisco y Ciudad de México. Hasta ahora, 200 ya han recibido la primera dosis del biológico desarrollado por el laboratorio farmacéutico Janssen. El estudio se proyectó para lograr una eficacia de 60 a 70 por ciento.
En entrevista, Sierra Madero, investigador nacional nivel III, con amplia trayectoria, reconocida a escala internacional, explicó que en las fases tempranas del estudio se generó una respuesta inmune en primates no humanos con un buen potencial de protección.
La molécula candidata a vacuna contra el VIH se denomina heteróloga, ya que contiene varios componentes que utilizan un vector (transportador) viral adn 26, el cual lleva las proteínas que generan la respuesta del sistema de defensas para proteger contra el virus.
Consta de cuatro dosis a aplicar en el primer año; en las tres últimas se agregan otras proteínas con adyuvantes que potencian la generación de anticuerpos neutralizantes del VIH. Sierra Madero explicó que este nuevo proyecto de vacuna se logró gracias al mejor conocimiento que hay sobre los correlatos de protección inmunológica, es decir, cuáles son las sustancias o mecanismos del sistema de defensas del organismo que determinan la protección contra el VIH.
Los científicos hallaron anticuerpos neutralizantes de amplio espectro que tienen una mayor capacidad en contra del virus que constantemente cambia y evade la respuesta del sistema inmunológico (de defensas).
El especialista recordó que, entre otros, ha habido estudios de vacunas en Sudáfrica y Tailandia, pero no tuvieron éxito. Ahora México forma parte del estudio internacional, junto con Estados Unidos, Brasil, Perú, Argentina, España, Polonia e Italia.
El presente esfuerzo reconoce la trayectoria de la investigación científica sobre VIH/sida que se realiza en México, en específico en el INCMNSZ. Como investigador principal, Sierra Madero da seguimiento a las actividades en los tres centros mexicanos participantes: la Fundación Brazos Abiertos Internacional, de Mérida, Yucatán; el Hospital Civil de la Universidad de Guadalajara, en Jalisco, y la Clínica Condesa de la Ciudad de México.
Comentó que la primera dosis de la vacuna ya se aplicó a 200 personas y el plan es completar la muestra de 300 en octubre. Sierra reconoció el esfuerzo de los voluntarios (trans y hombres que tienen sexo con hombres) que deben acudir a citas periódicas para revisión de sus condiciones de salud, además de atender citas virtuales durante el tiempo que dure el ensayo.
Para Sierra Madero, otro aspecto vital es garantizar el respeto de los derechos e intereses de los participantes, quienes en cualquier momento tienen la opción de tener la profilaxis pre-exposición (Prep), que son medicamentos útiles para prevenir el VIH. Su uso se recomienda en poblaciones claves, con alto riesgo de adquirir la infección, y están disponibles en México.