Por Jesús Michel Narváez
Como briosos mustangs, arrancaron los aspirantes a 300 distritos electorales (más 200 plurinominales), 15 gubernaturas -aunque dos iniciaron hace 15 días-, mil 63 diputados locales en 30 Congresos estatales incluida la Ciudad de México; y mil 926 ayuntamientos y juntas municipales. Además, los síndicos de todas las alcaldías.
Y es que formalmente las campañas dieron comienzo ayer desde las 0 horas y nadie quería estar fuera de la jugada. El gran problema que se advirtió fue la falta de medidas sanitarias para impedir que el Covid-19 se propague y cobre más vidas en las siguientes semanas.
Los candidatos a los cargos que estarán en las boletas no tienen límite alguno para sus sermones o discursos; nadie los obliga a guardar la sana distancia -ni siquiera el INE- y tampoco se les pone número a los mítines, reuniones públicas y virtuales que cada uno desee hacer y cuente con los recursos técnicos para realizarlos.
A diferencia de otras campañas, diríase que todas las anteriores a excepción de las del año pasado realizadas en Hidalgo y Coahuila, no habrá las grandes reuniones de las “fuerzas vivas” de la entidad para apoyar a quien quiere ser su gobernador, su diputado federal o local o su alcalde o presidente municipal.
No habrá, por lo menos eso se espera, las comelitonas con barbacoa, carnitas, tacos sudados, carne asada, suficientes chelas y, por supuesto tortillas y salsas que hacían enrojecer a los más pintados.
Conforme a lo planeado no lo que se realizará, los candidatos bien podrían tener ahorros sustanciales al evitarse las invitaciones tumultuarias. Porque, además, no gastarán en trasportar a los clásicos acarreados y llevarlos por carreteras sinuosas o autopistas de cuota. Los autobuses tampoco serán parte de las caravanas. No los rentarán y si alguno tiene amigos en una empresa camionera, tampoco pagará nada por ahora. Lo hará cuando asuma el cargo si es que gana.
Sorprendió observar que, salvo el PAN, el resto de los partidos de oposición no hicieron manifestación alguna sobre el inicio de las campañas. Morena, en cambio, aprovechó todos los instantes y foros; fotógrafos y cámara de televisión y, por supuesto micrófonos de las estaciones de radio y, imposible no utilizar las “benditas redes sociales” para difundir los sermones que conllevan el mensaje: somos la esperanza de México y los corruptos no deben regresar… (alguien diría: lo que se llevaron sí).
De acuerdo a los análisis previos, las batallas se darán y con todo, principalmente en las entidades del Centro, Noreste y Norte del país. En el Sureste solamente habrá relevo de gobernador en Campeche y se advierte que Morena lleva la canasta de los huevos, repleta.
Sin embargo, en Baja California y Baja California Sur, las luchas estarán cerradas; en Chihuahua es probable que el PAN pierda por la intromisión del gobernador para vetar, a como dé lugar, a la candidata Maru Campos; Sonora tiene dos personajes que podrían suceder a Claudia Pavlovich: Alfonso Durazo y Ernesto Gándara, quien mediante una coalición podría vencer al protegido del presidente; Sinaloa está en veremos. El aspirante del PRI podría triunfar, aunque el de Morena cuenta con “corrientes de simpatías” que lo harían alcanzar la victoria; Sn Luis Potosí es un enigma. El PRI tiene posibilidad de conservar el estado por la división abierta entre Morena y sus aliados y la irritación que existe entre los panistas.
Colima y Nayarit parecen no tener vuelta de hoja y que los abanderados del oficialista partido podrían alcanzar la victoria no sin problemas, pero al final saldrán con la mano en alto.
En Guerrero no hay nada escrito luego de que Félix Salgado Macedonio recibiera la mala noticia de la cancelación de su candidatura; las oposiciones estiman que, de no devolvérsela, tienen una ventana de oportunidad. Michoacán está en las mismas y por la misma razón, el candidito del gobernador, Carlos Herrera ve la luz al final del túnel si Raúl Morón se queda fuera de la jugada.
En Nuevo León se encuentran dividas las preferencias y, si hoy fueran las elecciones, habría empate entre el abanderado del tricolor y el de MC. Allá Morena se desplomó. Zacatecas no tiene duda: lo ganará Morena y el PAN está en condición de asegurar que Querétaro seguirá siendo panista.
La Guerra comenzó y las más 20 mil batallas por los cargos públicos, son de pronóstico reservado. Veremos el 6 de junio que se rindió.
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