Por Jesús Michel Narváez
Va por 15 millones de votos.
Y estamos a 15 días de que la veda electoral impida la promoción de programas sociales.
La legislación solamente permite difundir asuntos relacionados con la salud, la educación, la seguridad y atender catástrofes.
Aunque está a discusión en el Tribunal lectoral del Poder Judicial de la Federación si en las conferencias matutinas del presidente puede abordar temas político-electorales luego de que el Instituto Nacional Electoral ordenó no hacerlo, aprovechado que la vea aún no se inicia formalmente, decidió anunciar un “incremento en la pensión para adultos mayores” y, sin que se conozca el origen de los recursos, duplicará la suma que ahora se entrega, además de reducir de 68 a 65 años la edad para ser beneficiario.
La medida, según el mismo primer mandatario, beneficiará a 11 millones de adultos mayores de 65 años. El INEGI dio a conocer que el universo de los que pasaron del sexto piso es de 15 millones 700 mil personas. ¿A qué la reducción en el número?…¿se trata de incorporar a 11millones más?
Claro, el beneficio llegará a partir del primero de julio justo un mes después de las elecciones. Desde ahora, sin embargo se hace la promoción.
Si estos anuncios no son electoreros, que alguien explique cuáles sí lo son.
Porque lo pudo haber difundido a principio de año o como regalo por el Día del Amor y la Amistad –que tanto le gusta utilizar con la mala copia de amor y paz-, pero esperó la etapa de vacunación para aprovechar la inercia de “agradecimiento”.
La mirada no se queda en el próximo junio sino que alcanza el mismo mes pero de 2024.
Porque para ese año la pensión será de 6 mil pesos bimestrales. Es decir, para ese entonces, prácticamente salario y medio.
El agradecimiento de los beneficiarios se tal que acudirán a las urnas para votar por el sucesor –si es que cumple su palabra de irse a Palenque- del presidente López.
Y hay otro elemento que no debe perderse de vista: el “ajuste” -así lo llaman eufemísticamente- que habrá de los impuestos a partir de julio.
Eso ya es público y el encargado de dar de puñaladas al bolsillo de los mexicanos tiene nombre y apellido: Alfonso Ramírez Cuellar, a quien se le comisionó revisar que se debe hacer con as herencias, la riqueza, la opulencia y la propiedad privada cuando sea mayor de 45 metros cuadrados, ¡Chulada de análisis!
Para evitar una “revuelta” viene el aumento en las pensiones. Todo un esquema electoral para no perder el poder y seguir haciendo lo que le venga en gana durante los siguientes 3 años y meses que le quedan de gobierno.
Y aquí es donde surge la pregunta: ¿Y el INE que pitos toca en cuanto a vigilar la equidad de la contienda?
Seguramente sus consejeros no conocen la tonada porque tocan de “oreja” y no leen música.
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