Por Nidia Marín
Con el futuro del voto guardado en el seno y la decisión en el cerebro, tras el más multitudinario 8 de marzo de que se tenga memoria en nuestro país, las mujeres mexicanas y aquellos varones que las aman, las respetan o las comprenden acudirán a las urnas el próximo cinco de junio.
También asistirán quienes no comulgan con el desprecio que se escupe desde Palacio Nacional, considerado por los psicólogos como uno de los cuatro jinetes del apocalipsis, porque conlleva falta de respeto hacia las personas, la humillación para éstas, la soberbia y la altivez como divisas.
Todo ese panorama hacia el futuro nos dejó el pasado día 8. Sí, mientras las féminas hoy en el gobierno mostraban la sumisión obligada, no obstante que desde la azotea del bunker del zócalo francotiradores amedrentaban a las marchistas con un arma con mirilla dizque para derribar drones.
Por ello, se avecinan nuevas situaciones, muchas de las cuales ocurrirán dentro de tres meses en las urnas.
Sí, porque de los 93,295,470 Ciudadanos Registrados en el INE, con corte al 26 de febrero de 2021, acudirían a las urnas, 48,290.096 mujeres y 45,005,374 varones, pero… las féminas enfurecidas, agraviadas y en combate se ubican entre los 20 y los 59 años, es decir suman nada más y nada menos que una absoluta mayoría.
Y el enojo, la irritación y la ira se observaron ayer y son una mínima muestra del futuro porque, además, el enfermo de poder, no cambió su discurso. Por el contrario, insistió en el desprecio que realmente siente por aquellas que no se someten a sus designios, a sus tonterías y a sus confrontaciones.
Estas mujeres son madres, hijas, hermanas, esposas de todas aquellas que dejaron de recibir los apoyos de programas sociales porque los desaparecieron o en su defecto fueron recortados drásticamente y también de quienes están de luto por sus muertos y muertas debido a la pésima organización para enfrentar la pandemia, independientemente de los directa o indirectamente afectados por feminicidios o bien por la violencia de género.
Son clase media-media, clase media-baja y clase media alta (32.2% de los hogares), la que junto a la clase alta (2.5% de los hogares) registran una ligera mayoría. Sin embargo, la indignación por el rechazo a la mujer desde Palacio Nacional ha cundido por todo el país e irritado hasta aquellas mujeres que viven en la pobreza dentro de las ciudades.
¿Alcanzará la distribución de recursos y vacunas con fines puramente electorales entre la población? Definitivamente no. Quizás podrán recibirlos, pero eso no garantiza que a la hora de estar frente a la boleta vuelvan a cometer el error de votar por el partido en el poder. El hartazgo, el rencor, la majadería en boca de un gobernante, insisto, enfermo de poder han lastimado a una mayoría de la población.
La abyección, las injusticias y el sometimiento de los integrantes de los tres poderes de la Unión a su máximo líder, han logrado conformar un panorama lamentable, triste y devastador para México, tanto que las barbaridades y corruptelas cometidas en el pasado, sobre todo en el siglo XXI por los mandatarios mexicanos y su gente, hoy a 28 meses del actual gobierno han sido superadas con creces, aunque ocultadas con majaderías.
Mientras, en el Instituto Nacional Electoral, ante la amenaza de que lleguen al poder violadores y maltratadores de mujeres, el miércoles 10 de este mes el Consejo General advirtió a los partidos políticos que los deudores de pensión alimentaria y los condenados por violencia política contra las mujeres en razón de género o de delitos sexuales no podrán ser candidatos en las elecciones de 2021.
Desde hace algunos meses habían advertido en el INE sobre la violencia de género:
“Cualquier acción u omisión, intencional tanto en el ámbito público como en el privado que dañe o pueda dañar a una mujer porque se desvía de los estereotipos socialmente construidos, es decir se le daña por el simple hecho de ser mujer”.
Veremos que sucede.
