Los Tiempos se Cierran y se Abre el Camino… a las Elecciones

Por Alfredo Mejía Montoya

La puerta está abierta para todos los que deseen un país con crecimiento económico, empleos, infraestructura y medidas que nos lleven a estadios de bienestar.

La mayor competencia de todos los tiempos democráticos del país inició en septiembre y diciembre pasados. Cierto, nunca se habían disputado tantos cargos de elección popular juntos. El número de estos es espectacular, en las 32 Entidades Federativas se eligen cargos; en 15 de ellas se votará por Gobernador o Gobernadora; Se renueva al cien por ciento la Cámara de Diputados Federal con 300 Diputaciones por el principio de mayoría relativa (MR) y 200 Diputaciones por representación proporcional (RP); 30 Congresos Locales de Entidades Federativas; 1,900 Ayuntamientos y Juntas Municipales; y regidurías, sindicaturas, presidencias de comunidad.

También nunca el partido en el poder había sido tan protagonista como en esta ocasión; el inquilino de palacio lleva veintisiete meses de campaña ardua y tenaz. Que hasta el mismo Instituto Nacional Electoral (INE) le sugirió no hacerlo, sin embargo, el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) revocó la sugerencia del INE, lo cual hace la contienda dispareja, ya que el partido oficial, cuenta con toda la fuerza del Estado y sugerir a los votantes que la mejor opción es su coalición.

Así las cosas, ya el cinco de marzo iniciaron las hostilidades de la contienda electoral, y en uno de los rubros más importantes a elegir, lo será el Congreso Federal, vaya como si los congresos locales no importaran, sobre todo en las entidades en que el gobernador o gobernadora también será elegido, y eso es crucial también para el futuro del país.

Generalmente, la población vota por la manera en cómo ha sido tratada por el partido en el poder, por lo que le ha dado, por lo que ha hecho, pero también por lo que ha dejado de hacer o de permitir, o por la forma en que han llevado las riendas del país, de su gobernabilidad o del estado fallido en que pueda estar el régimen, en fin, se vota de diversas maneras, y eso hace más interesante la contienda, la mayor en puestos de elección en juego. Tal parece que la historia nos está dando la oportunidad de cambiarla o de seguir en modo zombi.

¿Quién no quisiera cambiarla? Por aquellos tiempos en los que la mayoría de la población tenía sus empleos, ganaba poco quizá para sus necesidades, pero obtenía ingresos, ahora ni empleo, ni ingresos, drama, un drama para miles de individuos y familias enteras, que si apenas les alcanzaba su remuneración, ahora no tienen nada, y lo que es peor aún, un gobierno que prefiere continuar con sus obras faraónicas en lugar de ayudar a la población a sobrellevar y hasta a sobrevivir en estas condiciones de precariedad que les ha dejado la pésima situación económica desde antes, misma que se potenció con la pandemia del Virus SARS-CoV2 (Covid-19).

Por ello dilucidar los hechos, los acontecimientos, los logros, los errores y los fracasos de la labor cotidiana del régimen o de los representantes de la población en el Congreso Federal, es una tarea que deben hacer los ciudadanos, los gobernados o los votantes.

Y para ello basta ver algunos puntos de la labor de gobierno, los Positivos si los hubiera y los Negativos o los menos positivos si así sucedieron.

Eso nos hace libres de decidir, por alguien a quién le preocupa el pueblo o por alguien a quien usa al pueblo.

Analicemos solo dos o tres puntos, hechos o deshechos en la forma de gobernar, de todo eso que se ha hecho, bueno o malo, nos dará referencias de continuar o cambiar de rumbo.

Primero, Petróleos Mexicanos (PEMEX) lleva dos años registrando perdidas, en 2019, de 347 mil 926 mdp; mientras en 2020, 480 mil 966 mdp, esto es 38.2% más que el año anterior, en condiciones normales una empresa con estos números es ineficiente y difícil que se levante financieramente. Algo positivo en el cuarto trimestre del 2020 registró una utilidad de 124 mil 210 mdp, de lo contrario la pérdida hubiera sido mayor. Y en 2019 se le inyectaron recursos frescos de los contribuyentes en más de 10 mil mdd, que se suman a los pasivos, ya que parte fue en bonos de deuda según sus estados financieros (y eso en el argot financiero, se llama deuda pública externa). Así mismo, en 2021, mediante Decreto de 19 de febrero 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador otorgó un estímulo fiscal a los Asignatarios que estén obligados al pago del derecho por la utilidad compartida a que se refiere el artículo 39 de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, de 73,280 mdp, y del cual, se le transfirió a PEMEX la primera partida por 32,062 mdp. Y si sale con pérdida de nuevo en este 2021, ese crédito no será pagadero y lo terminaremos pagando todos los contribuyentes.

Segundo, en el mismo tenor, tenemos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que, en 2019, tuvo una raquítica utilidad neta por 25,673.7 mdp y; en 2020, registró una pérdida neta por 78 mil 919.5 mdp con la tendencia de pretender controlar y monopolizar la industria eléctrica con las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica, eliminando el mercado eléctrico mayorista con una serie de cambios regulatorios tendientes a beneficiar a la CFE. Y lo más grave, con esas medidas pretenden revocar las autorizaciones para generar energías limpias a inversores nacionales y extranjeros, y sobre todo a menor precio. Aún esperamos la respuesta de los Socios Comerciales en el T-MEC que quizá nos apliquen cuotas compensatorias o impuestos por no usar energía limpia en la producción de bienes exportables a sus países, estaremos atentos a ello.

En ese orden la CFE pretende generar energía eléctrica mediante la quema del combustóleo que le sobra a PEMEX por su ineficiencia en la refinación del crudo. Esto es, México produce 42% de Gasolina y Diésel, Combustóleo 29% y Turbosina, aceites y lubricantes 29%; mientras Estados Unidos produce Gasolina y Diésel 81%, combustóleo 3% y Turbosina, aceites y lubricantes 16%. Tomando como referencia un Barril de Crudo. Muy soberanas, muy nuestras, pero las paraestatales perdieron.

Tercero, la joya de la corona en la ineficiencia gubernamental, está en los programas sociales en los que se regala dinero público en efectivo, y que la Guardia Nacional (GN) tiene como encomienda y otra de sus tareas, la de entregar en mano a los beneficiarios dicha ayuda.

Y sobre todo la Beca del Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro en donde hay 900 mil beneficiarios aproximadamente y a cada uno se les regala $ 4,310. que anualizados, nos cuesta a los contribuyentes, la suma de 46,548’000,000. Solo en este ejercicio 2021. (2019 y 2020 también fueron cubiertos con dinero de los contribuyentes) y los resultados son funestos, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) manifiesta que solo un poco más de 15 mil han encontrado empleo formal. ¿Desastroso no?

Todo ese recurso del que estamos hablando, es dinero público, el que pagan los contribuyentes para tener servicios públicos de eficiencia en seguridad, salud y economía, entre otros. Se podría utilizar en crear polos de desarrollo a fin de que la población salga del subdesarrollo y se integre a proyectos productivos y sustentables que le beneficien, se generen empleos e implique valor agregado y se abran las cadenas de valor que haría que la economía del país creciera positivamente, no como 2019 con un negativo de -0.01% y en 2020 también negativo de -8.5%. Usted lector y elector tiene la decisión en su boleta electoral el 6 de junio próximo…

a2m8m@yahoo.com.mx                                                                       freedomm

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