La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó sin comentarios el último de los tres casos presentados ante los jueces por el ex presidente Donald Trump, esto luego de una apelación de su equipo jurídico que desafiaba miles de boletas de voto ausente presentadas en Wisconsin, amparándose en su ya conocidas acusaciones de fraude electoral sin presentar pruebas al respecto.
El estado fue uno de los campos de batalla electoral que el ex mandatario republicano perdió ante el demócrata y actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por más de 20 mil sufragios.
Se trató de la última de las tres peticiones presentadas en la Suprema cerca del final de la presidencia de Trump que los jueces se negaron a aceptar.
El 22 de febrero, la corte rechazó las otras dos: una segunda impugnación de Wisconsin y otra relacionada con la votación en Pensilvania, un estado fundamental que Trump perdió. Tribunales inferiores habían fallado previamente en contra del magnate republicano en esos casos.
Aunque ya estaba claro que la Corte Suprema, que incluye a tres magistrados designados por Trump, no tenía intención de intervenir en estos casos y otros presentados por sus aliados, ya que no actuó ante el Congreso cuando certificó la victoria de Biden el 6 de enero, en una jornada que se vio interrumpida cuando los seguidores del republicano ingresaron violentamente al Capitolio.
En el caso de Wisconsin, Trump presentó una demanda dos días después de que el estado certificara sus resultados electorales. Desafió políticas locales como la que permite el uso de buzones para votar en ausencia durante la pandemia de covid-19.
Tanto un juez federal como la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito, con sede en Chicago, rechazaron las acusaciones, destacando en parte que Trump esperó demasiado para demandar.
Tribunales de todo el país han optado por lo mismo en los casos presentados por Trump y sus aliados, a veces en términos coloridos. Un juez lo expresó de esta manera en noviembre al rechazar un desafío en Pensilvania: «Esta afirmación, como el monstruo de Frankenstein, ha sido cosida al azar».
Trump ha hecho -y sigue haciendo- afirmaciones falsas de que la elección presidencial del 3 de noviembre le fue robada por medio de irregularidades y fraudes electorales generalizados. Los republicanos están aprovechando ahora esas mismas acusaciones sin fundamento en un esfuerzo por imponer nuevas restricciones al voto en numerosos estados.
El lunes, la Corte Suprema también rechazó otro caso relacionado con los comicios presentado por Lin Wood, un aliado de Trump que pidió a los jueces que bloquearan la segunda vuelta de las elecciones al Senado del 5 de enero en Georgia. La corte nunca respondió a la solicitud y los demócratas ganaron ambas contiendas, lo que les dio un estrecho control del Senado.
