Como lo adelantaron colectivos feministas en jornadas previas, el cerco de seguridad establecido centro de la ciudad no opacaría las voces inconformes por la violencia de género, la mañana de este lunes 8 de marzo, un grupo de mujeres campesinas agremiadas a la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, en la Ciudad de México, se hicieron escuchar en las inmediaciones del Zócalo capitalino.
Tras haber cerrado la circulación vehicular en la Calzada San Antonio Abad, desde el Metro Chabacano, de donde se dirigieron al primer cuadro, manifestaron que el jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador olvidó reivindicar los derechos femeninos.
“Salimos a las calles hoy a recuperar la dignidad arrebatada por el Estado más no para festejar. Salimos para recordarle a este gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador que se le olvidó que hay derechos y libertades de la mujer por reivindicar porque la dignidad es lo que hoy nos mueve”, expuso Ana María Alonso, dirigente de la UNTA en Milpa Alta.
La activista señaló que serán unas 75 mil mujeres campesinas las que se movilizarán en diferentes entidades, para recordarle al gobierno, del que se sienten traicionadas, que tiene “un compromiso y una responsabilidad con quienes lo llevamos al poder y quienes creímos en él”.
Por ello, exigen al presidente, Andrés Manuel López Obrador “permita gobernar a las mujeres las zonas del campo, no más caciques, no más invasión de tierras, no más indefensión, no más discriminación”, sostienen.
Y es que según datos expuestos por las manifestantes, 60 por ciento de las mujeres rurales enfrenta pobreza por bajos ingresos, porcentaje que se eleva a 62 en caso de mujeres de ascendencia indígena, en tanto que para quienes habitan un ambiente urbano, el porcentaje se reduce un poco, a 59 puntos porcentuales.
Lo anterior pese a que en el sector rural las mujeres hacen mucho más trabajo no remunerado que los hombres, hasta 22 horas más semanalmente. Otra de las desventajas es estructural, pues según explicó Alonso, es la tenencia de la tierra, ya que sólo 21 por ciento de ejidatarios y 25 de comuneros, son mujeres.
En México, de los 61.5 millones de mujeres, 23 por ciento habitan en localidades rurales. También representan el 34 por ciento de la fuerza laboral, por lo que esta población es responsable de más del 50 por ciento de la producción de alimentos.
Mencionó que de acuerdo con datos del Registro Agrario Nacional, del padrón de 4.9 millones de personas que poseen núcleos agrarios en todo el país, más de 3.6 millones son hombres. En otras palabras, de cada 10 personas con derechos sobre la tierra, ni siquiera tres son mujeres.
Al no ser propietarias de la tierra, las mujeres no pueden recibir apoyos de programas de equipamiento, de infraestructura; tampoco créditos o apoyos económicos por pago de servicios ambientales.
Así mismo, dijo no ver una luz de esperanza, “porque hay que buscar qué comer, hay que salir a la calle a vender y ante la falta de un comercio favorable, retornamos al trueque, cambiando carne por granos, por ropa o servicios por despensas”.
Por otro lado, recriminó al gobierno no impulsar los Derechos Humanos de las mujeres, y exigió que quienes ostenten los gobiernos federal y local deben tener experiencia en sus cargos, que no deben ser otorgados a amigos y cómplices de quienes han gobernado la capital por más de 20 años, PRD y Morena, mientras que el campo de la entidad casi queda exterminado.
En ese sentido, dijo que exigirán un fondo de desarrollo para la mujer campesina porque se les olvidó que nuestros derechos también son humanos.
“Señor Presidente, Andrés Manuel López Obrador, es nuestro derecho tener un trabajo digno, que profesionalice a la mujer rural, pues ésta no es la base de las tareas domésticas de los más afortunados; que en esta época de elecciones y cargos públicos, se aplique la ley para aquellos que quieren permanecer en el poder”, reclamó.