Por Jesús Michel Narváez
Invadir otro poder, someterlo a las decisiones y anunciarlo públicamente frente a quien es el jefe político del Senado, no suena nada democrático.
Se entiende que escuchando las notas de la Marcha de Zacatecas emerja el espíritu revolucionario que, como se sabe por definición actual, conformó la “tercera transformación del país”. Lo que no se comprende es que frente al senador Ricardo Monreal, quien seguramente fue invitado a la gira por ser de la entidad, el presidente exprese sin rubor alguno: «Estoy seguro, se va a llevar a la práctica, se va a ejecutar, se va a aprobar porque es para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)», en referencia a la polémica reforma de la Ley del Servicio de Energía que, obedientes como siempre, los diputados no le cambiaron una coma a la iniciativa y avasallaron a la oposición que presentó argumentos sólidos pero a los diputados de Morena y sus aliados, les gustan los líquidos.
Recurriendo a un nacionalismo ramplón, el presidente López habló de que «no se le puede dar el mismo trato» a la empresa del Estado que a las extranjeras, como hicieron los Gobiernos anteriores.
Según su leal saber y manera de comprender los hechos, los neoliberales gobiernos permitieron que los inversores extranjeros y nacionales tuvieron trato preferencial sobre la CFE.
“Avanzaron bastante en la privatización del petróleo y de la industria eléctrica, pero afortunadamente se dio el cambio, el pueblo dijo ‘basta con la robadera, con el saqueo’, sobre todo de empresas extranjeras».
No obstante las observaciones de expertos en acuerdos bipartitas y tripartitas con rango de reconocimiento constitucional y pasándose por el “arco del triunfo” los compromisos firmados, sigue adelante con su cruzada de destruir todo lo de antes, porque su gobierno no es como aquellos, prácticamente ordenó al congresista con mayor jerarquía en el Senado de la República que, sin dilación alguna, apruebe la minuta de los diputados.
Nada ortodoxa la fórmula, pero ya se esperaba que en el Senado, por ser el órgano que ratifica los acuerdos internacionales, se analizaran los pros y contras de no quitarle una coma a la minuta y que, con razonamientos jurídicos, se hiciera notar lo que se avecina.
Al presidente, por supuesto, no le importa violar los tratados en “defensa de la soberanía”, que según su óptica, estaba comprometida por la forma en que se permitió que las empresas extranjeras se beneficiaran de la generación de energía limpias y, además, obtuvieran subsidios.
Por si alguien tenía duda de quién manda no solo en el Ejecutivo sino en el Legislativo y de pasada en Judicial, aunque soterradamente, lo ocurrido en Zacatecas comprueba lo dicho comendador: es AMLO.
Confirma, además, que la autocracia está aceitada y corriendo a grandes zancadas para lograr lo que se quiere antes de que todo se acabe. Porque el principio de lo que comienza acaba, está vigente.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelMx, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.