Más Allá de los Premios

La Tiendita de los Horrores

Por Gerardo Gil Ballesteros

No solo de premios vive el cine nacional. El blockbuster forma parte importante de la dieta cinéfila del mexicano. Premios, nominaciones, recorridos por festivales son nota de ocho, pero la taquilla también importa. Tema polémico sobre cuál es el cine que se debe hacer; si uno enfocado a formar audiencias, pero de un público reducido o de nicho o el martahigaderazo que acumula buenas cantidades de dinero.

La semana pasada en este espacio, tocamos el tema de algunos filmes nacionales que han tenido que esperar su estreno debido a la pandemia. Panorama difícil ya que los exhibidores, a nivel mundial, van a querer recuperar ingresos lo más rápido posible. Y ahí es donde propuestas de mayor calado cultural se las verán difíciles (iba a escribir negras, pero la corrección política me lo impide). Para el cine de nuestro país –a nivel de taquilla- la esperanza estará en un producto muy comercial.

Para evitar prejuicios, hay que decir que no todo se ve negativo, algunos de estos largometrajes tendrán puntos buenos y a su favor.

A continuación, algunos ejemplos de películas mexicanas, de un tono comercial, dicho esto sin ningún acento despectivo, que están por estrenarse si las condiciones lo permiten, claro:

No, porque me enamoro (Santiago Limón, 2020). En descargo para el director, de lo que parece ser otra muy ligera comedia romántica, ambientada en una clase media inexistente, tiene en su haber la digna Cindy la regia, en mancuerna con Catalina Aguilar Mastretta. En esta ocasión, la historia tiene elementos de un cine más juvenil: una chica, Daniela (Sofía De Llaca) puede cumplir su sueño: salir con un famoso cantante, Gabo (Emiliano Zurita). Pero no todo es como lo pintan y la estrellita marinera le pide un favor a la joven. Ahí empezaran los problemas.

Comedia de situación que recuerda a lo hecho por Gabriela Ortigoza y Jesús Calzada hace años para la telenovela Alcanzar una estrella (De Llano, Cruz, 1990). Tiene por lo menos la garantía de contar con Ariel Gordon en la producción. Ya veremos.

El mesero (Raúl Martínez, 2020). Los Derbez son un género del cine mexicano en sí mismo. Funcionan como arquetipo de un estilo de comedia que demuestra, además, que muchos de los directores y guionistas actuales se criaron con la dulce leche materna de Cinema Golden Choise. Aspirante al cine de género gringo, este tipo de largometrajes tienen su público; el adocenado por la televisión, en el mejor de los casos, aquel que surge del sitcom estadounidense.

Rodrigo (Vadhir Derrbez) es un mesero que aspira a tener el nivel económico de sus clientes. Educado en la tradición filosófica de sus colegas de bar secretarial de la Condesa, no se resigna a su suerte, pero le hecha ganas hasta que en su vida aparece Mariana (Bábara López), el joven hará todo lo posible por impresionarla, menos traer claro la cuenta a tiempo. Producto ligero con un nicho muy bien detectado, es posible que se convierta en uno de los primeros taquillazos nacionales del año. No es garantía de calidad, pero quién lo iba a decir, en las circunstancias actuales resulta bastante sano.

Los dos filmes anteriores los distribuye Videocine , que no le pierde en sus lanzamientos y las fechas por supuesto están sujetas a la reapertura de los cines.

Sobre estas propuestas comerciales haremos la próxima semana, una segunda entrega.

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