I para abril el Papalote Museo del Niño aún no reúne 50 millones de pesos para solventar los gastos de operación, el recinto cerrará de manera permanente, advirtió Dolores Beistegui, directora del recinto, al asegurar que las reservas económicas se acabaron durante los ocho meses que el espacio ha estado cerrado debido a la pandemia de Covid-19.
“Yo me he puesto como fecha el mes de abril, el mes del niño; si para ese mes vemos que hay una ruta, es decir, no tienen que estar los 50 millones de pesos depositados, pero vemos que sí hay una ruta para llegar a la cifra, entonces podemos decir que Papalote está salvado, pero si por distintas razones no hemos tenido el éxito, tendremos que anunciar ya el cierre del museo”, afirmó en entrevista.
Beistegui precisó que si bien se redujeron los gastos en general, incluso se disminuyó el sueldo del personal en 50 por ciento, los ahorros ya se acabaron y hay obligaciones fiscales que se suman al pago del salario; además, considera que todo 2021 no podrá reanudarse la actividad en el museo, pues el nivel de contagios no disminuye.
“La crisis sanitaria está lejos de estar resuelta y estabilizada, todos sabemos que no podremos abrir nuevamente hasta finales de año, es decir hasta noviembre. Necesitamos aguantar estos 11 meses para poder reabrir cuando se pueda, y para poder aguantar estos 11 meses y cumplir con nuestras obligaciones mínimas necesitamos 50 millones de pesos”, insistió.
En días recientes, la administración del museo, con 27 años de antigüedad y cerca de 22 millones de visitantes hasta el año pasado, lanzó una campaña de recaudación de fondos titulada “Salvemos Papalote”. Hasta el momento se tiene un millón 717 mil pesos, apenas el 3.3 por ciento de los 50 millones de pesos requeridos.
La directora detalló que el costo de operación del museo se cubría con los ingresos en taquilla que representa el 65 por ciento, el resto correspondía a las concesiones en la zona de alimentos, la renta del salón de usos múltiples, la tienda y la dulcería. Los eventos especiales eran patrocinados por empresas a través de publicidad, que a pesar del cierre han mantenido sus aportaciones.
“Los grupos escolares eran un flujo muy importante que dejó de ser porque no vamos a tener esa entrada este año y difícilmente al inicio del próximo. Las concesiones que son la zona de alimentos, el salón de usos múltiples, la tienda, la dulcería y todas las personas que hacen eventos en el museo, pues ya no existe, por ello mi llamado de emergencia, estamos en peligro de desaparecer”, insistió.
Beistegui señaló que la plantilla laboral es de 159 personas, incluidas las que trabajan para las tres sedes del museo, y el principal temor es reducir el número personal por no poder pagar los salarios.