El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció este jueves la cancelación del Carnaval de este año debido a que, incluso con la vacunación contra COVID-19 ya iniciada en Brasil, los organizadores tienen muy poco tiempo para organizar la fiesta en julio próximo, como estaba previsto.
“Nunca escondí mi pasión por el Carnaval y la clara percepción que tengo de la importancia de esta manifestación cultural para nuestra ciudad, pero me parece sin sentido que imaginamos que, a esta altura, tengamos condiciones de realizar el Carnaval en julio”, afirmó el alcalde en un mensaje en su cuenta en Twitter.
El Carnaval de Río de Janeiro, uno de los más famosos del mundo, estaba previsto para febrero de este año pero las propias escuelas de samba, responsables por los majestuosos desfiles, ya habían decidido aplazarlo hasta julio por la situación de la pandemia, aunque lo habían condicionado a que para esa época existiera una vacuna y una campaña de inmunización avanzada.
Paes, un exalcalde que asumió por tercera vez el Gobierno municipal el 1 de enero pasado y que nunca ha escondido su amor por el Carnaval y por la escuela de samba Portela, alegó que, pese a las pérdidas que la cancelación suponen para la ciudad, un evento de la magnitud del carnaval difícilmente se organiza en seis meses.
“Esta celebración exige una gran preparación por parte de los órganos públicos y de los gremios e instituciones vinculados al samba. Algo imposible de hacer en este momento. De esa forma me gustaría informar que no tendremos carnaval en la mitad del año en 2021”, agregó el alcalde en sus redes sociales.
Según Paes, en 2022, cuando seguramente estarán debidamente vacunados contra COVID-19 tanto los protagonistas del Carnaval como los turistas que lleguen a la ciudad para vivir la fiesta, “celebraremos la vida y nuestra cultura con toda la intensidad que merecemos”.
El alcalde dijo igualmente que ya le pidió a los organismos municipales responsables que pongan en marcha proyectos alternativos para garantizarle el sustento y un mínimo de renta en 2021 a las personas que viven de las fiestas carnestolendas.