Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
Cinthia Latorre desaprovechó la oportunidad de quedarse callada y cedió a la soberbia de presumir el momento en que fue vacunada contra la Covid-19 y subió una fotografía a sus redes sociales.
Trabajadores del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE la descubrieron y empieza a generarse un escándalo que pudiera alcanzar proporciones mayores, al haber implicado la posible comisión de delitos.
Y es que la señorita Latorre no se encuentra en la primera línea de batalla contra la pandemia en el hospital insignia del ISSSTE, debido a que es secretaria de capacitación de la sección sindical, por lo que quien la autorizó a que recibiera la inmunización -y ella misma también- incurrió, no sólo en responsabilidad administrativa, sino posiblemente en un delito.
“Gracias, gracias!!! al universo por permitirme llegar hasta este momento 🙏 y esperemos lo mejor! 😃❤️#VacunaCOVID19 #2020”, escribió la enfermera y posteó dos fotografías más en las que aparece con trajes especiales y gogles como si estuviese en atención a infectados de coronavirus.
El nombre completo de ella es Cinthia Margarita Latorre Enríquez, con número de empleada 333457.
En otra fotografía -esta se desconoce en la red social de quién fue posteada- aparecen ella y a quien trabajadores identifican como Saúl Cruz Uribe, con el logotipo del ISSSTE y la leyenda: “Gracias a la vida ya nos vacunaron Inmunes para seguir trabajando para ustedes”.
En la parte superior de esta fotografía, trabajadores que la descubrieron, escribieron:
“YA VACUNADOS Y NO SON DE PRIMERA LÍNEA CONTRA EL #COVID19, MIENTRAS QUE LOS DOCTORES Y LOS COMPAÑEROS QUE SI ESTÁN EN CONTACTO DIRECTO CON PACIENTES, ESTÁN SIN RESGUARDO Y NO LES DAN PRIORIDAD PARA SER VACUNADOS. VENDITOS (sic) Y AFORTUNADOS LOS AMIGOS DL DIRECTOR Y DEL #SINDICATOISSSTE #ISSSTE José Alfredo Merino Rajme #AMLO”.
El señor Cruz Uribe es secretario de promoción y gestoría de la sección sindical con número de empleado 326279.
Según esto, ambos -se menciona también a otra integrante de la dirigencia seccional sindical de profesión bióloga- habrían sido vacunados el jueves 31 de diciembre pasado en la Escuela Naval Militar, donde están siendo inmunizados médicos, enfermeras y personal que atiende a infectados de la Covid-19 en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE.
La inmunización de los dirigentes sindicales ha provocado un creciente malestar no sólo entre el personal de primera línea en ese centro médico, sino en la inmensa mayoría de los trabajadores, debido a que, sostienen, se violentan disposiciones gubernamentales en favor de quienes ponen en riesgo su salud y su vida para enfrentar a la pandemia.
¿Quién autorizó esas vacunaciones?
Las direcciones normativas Médica y de Administración y Finanzas, a cargo del doctor Ramiro López Elizalde y del general Jens Pedro Lohmann, así como el director del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, José Alfredo Merino Rajme, están obligados a ordenar una profunda y rápida investigación para deslindar responsabilidades, frente a la probable comisión de faltas administrativas e incluso delitos. La corrupción es evidente en el gobierno de la cuarta transformación.
Los trabajadores han difundido también una supuesta lista de personal de ese centro médico para que fuera vacunada el 27 de diciembre, conformada por 35 nombres, en la que aparecen, entre otros: las hermanas Andrea Leticia y Luz Mariana Espinoza Sánchez, y Leonel Vergara Riofrio.
La señora Andrea Leticia, de acuerdo con la información disponible, es jefa de la División Paramédica, por lo que no tiene contacto con pacientes infectados con el coronavirus, mientras su hermana está adscrita en la central de equipos y, aseguran, desde septiembre no se presenta a trabajar.
Sin embargo, el caso más grave es que el señor Vergara Riofrio, sostienen, adscrito a Medicina Física, es esposo de la señora Andrea Leticia.
Ninguno de los tres, tienen contacto con pacientes infectados por la Covid-19, por lo que, consideran, se cometieron faltas y posibles delitos al haberlos incluido en las listas para que fuesen vacunados, quitándole esa posibilidad a profesionistas que se encuentran en la primera línea de batalla.
Sólo unos días más tarde falleció el camillero Alejandro Becerra, luego que tras permanecer confinado en su casa con cuidados intensivos y pese a ser vulnerable, fue obligado a regresar a su trabajo, donde se habría infectado. Un supuesto comunicado del área de recursos humanos del CMN “20 de Noviembre”, dio cuenta que por acuerdo de la Junta de Gobierno, el personal vulnerable se reincorporaría a partir del 1 de diciembre, en áreas no relacionadas a la Covid-19.
Los señalamientos que se vacunan a funcionarios y trabajadores que no están en la primera línea de batalla contra la pandemia, alcanzó también al hospital “Gral. José María Morelos y Pavón” del ISSSTE, en el que trabajadores pegaron dos fotografías en la que aparece el director, Alejandro Arenas, afuera del Hospital General de México, donde habría sido vacunado.
“identifica a nuestro héroe que atiende pacientes con COVID-19”, escribieron irónicamente encima de las gráficas.
Trabajadores de ese hospital identificaron también a la doctora Violeta Camberos, jefa del Departamento de Vigencia de Derechos, y a un asesor de la dirección, Marco Pedro Romero quien, dicen, acaba de ser integrado a nómina en ese nosocomio, proveniente del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” Habrían sido vacunados el 23 de diciembre.
En los últimos días murieron dos trabajadores adscritos al hospital «Gral. José María Morelos y Pavón»: el 25 de diciembre falleció Gerardo Pérez Ramírez, quién era auxiliar administrativo, y también perdió la vida el enfermero Arturo Mata Carballido -incluso se dice que dos de sus hijos se encuentran también graves, a consecuencia de la infección-.
Y en el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, en diciembre la coordinadora de enfermería, Silvia Lozada Luna y su segunda Guadalupe Guerra Rafael resultaron positivas de la Covid-19. La situación es tan grave en ese nosocomio, que varios trabajadores administrativos que se encontraban resguardados por ser vulnerables y a los que se les ordenó reincorporarse a sus labores los primeros días de enero, han buscado la manera de obtener permisos sin goce de sueldo, ante el temor de infectarse.
En este hospital han muerto varios trabajadores: Valentín Rubén Montiel Cruz, Eulalia Romero Villegas, Víctor Manuel González Reséndiz, los doctores David Olivares Herver y Hermenegildo Vicenteño Ayala y la enfermera María Elena Cabrera Aguilar, entre otros mucho más.
El anuncio del director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda que desde la semana pasada inició la vacunación del personal médico y paramédico en la primera línea contra la pandemia, fue una buena noticia. Lo malo es que está a cargo del jalisciense López Elizalde, el director médico que peca de excesiva ideologización en detrimento de su responsabilidad, quien hace meses fue pillado en viajes a su estado justificados con viáticos.
PARA LA AGENDA
En el metro todo es viejo -salvo excepciones como la parchada línea 12 que Mario Delgado quisiera olvidar-. Viejo también es el dirigente sindical de los trabajadores, Fernando Espino, quien desde finales de los setenta alcanzó la secretaría general. Es el cuarto con más años en la dirigencia sindical en el país: lo superan sólo el cetemista Armando Neyra, el telefonista Francisco Hernández Juárez y uno más del cual por ahora dejaremos su nombre para otra ocasión… La Junta de Conciliación y Arbitraje de la CDMX, a cargo de Víctor Martínez Corona, suspendió labores desde marzo pasado y las reanudó unos cuantos días al finalizar el año. El 29 de diciembre emitió un acuerdo para prorrogar la gestión de las dirigencias sindicales hasta el 31 de enero para quienes durante la pandemia hayan concluido sus gestiones. Y a partir de ayer lunes 18 de enero inició nuevamente la celebración de audiencia y que de corran términos procesales…En enero del año pasado, el fondo de la Comisión Nacional de Auxilios (que presiden Erick Arturo García Salamanca Varela y su papá Francisco García Culebro), mientras Edmundo Ulises está convertido en convenenciero aplaudidor, ascendía a un mil 27 millones de pesos. El informe de diciembre pasado lo situó en un mil 8 millones de pesos, una disminución de 19 millones, pese a las aportaciones quincenales de unos 80 mil trabajadores y los intereses financieros que generan las inversiones, cuyos manejos parece confirmar que son no sólo opacos, sino incluso francamente irregulares. Se entiende por qué la creciente demanda para una auditoría que implique denuncias penales por el saqueo y el enriquecimiento inexplicable de la familia, mientras el patriarca insiste en ganar adeptos para una eventual -¿usted le cree?, nosotros no- candidatura a la presidencia de su sindicato. En diciembre pasado, según esto, buscó acercamientos con integrantes de la planilla blanca del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”. ¿No estaba enfermo?… ¿De verdad Morena incluirá a Raúl Arellano en su lista de candidatos a diputados federales plurinominales por Morelos…? Para no creer…