Por Nidia Marín
El próximo viernes 20 de noviembre se cumplen 14 años de que López Obrador se autoproclamó “presidente legítimo” de México y, como consecuencia, por primera vez en sus 76 años de existencia se suspendió el desfile para conmemorar la Revolución Mexicana.
Sí, fue en esa fecha que, tras perder las elecciones, y reclamar fraude electoral, además de exigir el recuento “voto por voto casilla por casilla” López Obrador se apoderó del Zócalo y rindió una chafa-protesta, respaldado entonces por los que ahora son sus enemigos los integrantes del Partido de la Revolución Democrática.
La suspensión del Desfile causó gran irritación entre los habitantes de la ciudad de México. Peor resultó que aquel día, para recordar la gesta revolucionaria, la ceremonia se llevó a cabo en Los Pinos, en “petit” comité.
El asunto es que pagaron justos por pecadores, porque en realidad el festejo venía de parte de los militares, los que desde siempre exhibían su disciplina, así como los deportes practicados por el ejército, como polo, esgrima, natación, fútbol soccer y béisbol. Ellos sobresaldrían en algunas disciplinas en las Olimpiadas, como equitación y otras. Después los atletas mexicanos de todas las universidades también desfilarían.
Hace tiempo que la Revolución Mexicana se bajó del caballo, pero aun los habitantes de este país continúan exigiendo a sus gobernantes (como al actual presidente) el cumplimiento del respeto a la Constitución.
Además le demandan: frenar la galopante criminalidad, el cumplimiento de las normas en el país, el cese de las arbitrariedades en contra de médicos, enfermeras, científicos, gente del campo y en general de aquellos que hoy carecen de empleo y fundamentalmente la atención inmediata a la salud de los mexicanos, hoy que en el país se rebasó la cifra del millón de personas contagiadas de Covid-19, mientras se miente abiertamente sobre las vacunas contra la influenza, inexistentes desde 2019 y hoy también.
Y la pregunta es: en la Revolución Mexicana hubo un millón de muertos, hoy en el 110 aniversario de aquella gesta, en el país se rebasó el millón de contagiados y estamos a punto de llegar a los cien mil fallecidos.
Es triste pues este aniversario, aunque para el inquilino de Palacio Nacional no le importen los mexicanos.
Pero mejor recordemos la Revolución y aquel verso que decía:
«Si Adelita se casara con Carranza, / y Pancho Villa con Álvaro Obregón, / yo me casaba con Adelita, / y se acababa la Revolución».
Sí es un verso del corrido “De la Muerte de Pancho Villa”, con música de “La Adelita”.
Otra parte que cantan: “Dicen que cayó diciendo: / “ya Plutarco me amoló / De la Huerta te lo encargo, / dile como se portó”.
Y también:
“Dicen que Villa murió / con la mano en el gatillo/ sobre su hombro descansaba / el general Miguel Trillo”.
Pues ya se acerca el aniversario 110 y la Revolución está vivita y coleando.
Y como señala otro verso del Corrido de Lucio Blanco:
“Ya con esta me despido, / voy camino del montón: / el que compuso estos versos / fue el que largó el carretón”.