La Lealtad no se Compra

Punto de Vista

*Pero él la Ordena y Debe ser Ciega

Por Jesús Michel Narváez

Algo tiene molesto al presidente López. Y debe ser enorme la molestia cuando se toma el tiempo de insistir en descalificar a los medios de comunicación y amenazarlos con no comprarles “propaganda”, porque la publicidad está reservada a productos comerciales no políticos.

De nueva cuenta se lanzó en contra de todos, aunque admitió que hay honrosas excepciones, pero se fue hasta la cocina y acusó a los dueños de negociar con la libertad de expresión.

Textualmente, en una declaración que no tiene sustento de la prueba, el presidente dijo: “antes negociaban con la libertad de expresión, era un buen negocio, por eso dueños de medios de comunicación, periodistas eran al mismo tiempo contratistas del gobierno”.

Para ser más claro alardeó de tener un timbre de orgullo por los ataques que realizan los medios porque ello demuestra que avanza la cuarta transformación.

“…en el país hay libertad de expresión” señaló para advertir que el dinero del presupuesto no se usará para comprar lealtades en medios de comunicación ni para que hablen bien en la radio y la televisión, “que hablen mal porque así ahorramos”.

Aplica la austeridad franciscana con los lobos de su compadre. Hay medios que reciben millones, decenas de millones, cientos de millones de pesos por publicar los anuncios propagandísticos del Gobierno federal y cuyos contenidos distan de mostrar la verdad, aunque eso sí, está “su verdad”, la única existente en este país y que no es otra que la del presidente de la República.

Y al que no le guste, pues que agarre su ropa interior y se vaya a Palenque.

El 24 de octubre en su acostumbrada conferencia matutina  el presidente a los funcionarios federales una “lealtad ciega” al proyecto de transformación del país y al pueblo, no a su persona.

Por ello no necesita comprarla. La ordena, la exige, la demanda. Nadie puede pensar diferente a él. Nadie está autorizado a hacer gestos cuando se comen los sapos. Nadie tiene derecho a ser libre. Con la filosofía ramplona de Andrés Manuel López humilla, lastima y deshonra a quienes forman el séquito de empleados del Gobierno federal.

Y como en los medios impresos, radio y televisión no existe el arrodillamiento obligatorio, pues entonces eso le irrita. En su ira hay un detalle que escapa a las mayorías: debilidad.

Si fuera el “hombre fuerte” que supone ser, las críticas le resbalarían, haría caso omiso y seguiría con su desgastado discurso que ya no convence ni a sus monaguillos.

Ay, Presidente, cuándo aprenderá a ser prudente. Es mucho pedir. Entienda que el que se ríe se lleva. Después no ande quejándose por la información que se difunde.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelMx, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.

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