Por Jesús Michel Narváez
Todo resultó globo desinflado.
Calambre, solo calambre.
No hay otra explicación para que la Fiscalía General de la República se haya desistido ante un juez de control de la solicitud para obsequiar la orden de aprehensión en contra del exsecretario Luis Videgaray Caso, por los delitos de traición a la patria, delitos electorales y cohecho dentro del caso Odebrecht.
Una respuesta insólita a la postura del juez que pidió aclarar, precisar, ser coherente sobre los diversos delitos de que se acusa al que también fuera titular de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
La solicitud de la FGR está fundamentada en algunas de las declaraciones que ha vertido el testigo protegido Emilio “L” y en las cuales afirmó que la brasileña Odebrecht pactó aportar cuatro millones de dólares, de los cuales se efectuaron transferencias a través una empresa offshire por un total de 3.15 millones de dólares y el resto se pagó en efectivo por medio de Fabiola Tapia Vargas, socia de la empresa.
Las declaraciones del exdirector de Pemex fueron rechazadas por Videgaray Caso quien lo acusó de mentir flagrantemente.
De acuerdo con la información surgida a raíz de la llegada de Emilio “L” a México el pasado 15 de julio, el testigo colaborador habría señalado a Videgaray y directamente al presidente Peña de haberle ordenado repartir los sobornos de la brasileña con motivo de la elección presidencial de 2012 y entre senadores de la Comisión de Energía y a un diputado, cuyos nombres se guardan debido a la secrecía a que obliga el debido proceso.
Sin embargo, las filtraciones han sido el pan de cada día con el contenido de las declaraciones que no han sido desmentidas y por tanto se estima son reales.
Videgaray, quien se encuentra en Boston y participa como maestro en el Massachusetts Institute of Technology, no ha sido informado de la presunta orden de aprehensión en su contra.
Y seguramente la Fiscalía General de la República no pudo consolidar la petición ante el juez de control y por ello se desistió, aunque podría continuar con las indagatorias contra Videgaray Caso y presentar próximamente una nueva petición de orden de aprehensión contra el extitular de la SRE, la cual deberá ser revisada nuevamente por el juez.
Por lo pronto todo quedó en calambre, solo calambre.
¿Qué poderosos intereses se movieron para que fracasara la FGR en este intento?
¿O acaso la FGR solamente hizo como que trabajaba en la carpeta de investigación y no encontró elementos para aprehender al que fuera todopoderoso durante el pasado sexenio?
Vaya usted a saber. La incógnita prevalece.
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