Todos Hablan de lo Mismo Pero con Diferentes Datos

*Una Pandemia que no Cede, Pero hay Triunfalismo

*Contradicciones Cotidianas: Baja, Pero Solo “Tantito”

*No Ir a los Panteones ni a la Basílica; Habría Contagios

*Murió un Senador y Claudia Sheinbaum dio Positivo

*El Presidente sí Tendría  el Zócalo Para su Asamblea

*Parece Tener más “Poder Moral” que la Guadalupana

Por Joel Armendáriz

El presidente López afirma que no hay rebrotes y tampoco se tiene a más hospitalizados.

El secretario de Salud –invisible- Jorge Alcocer sostiene que México “va bien” con respecto al control de la epidemia por el coronavirus.

El vocero sanitario, Hugo López-Gatell señaló pandemia de Covid-19 en México, a partir de la semana 41 ya no disminuye a la velocidad que lo estaba realizando semanas atrás.

El presidente López anunció que su gobierno ampliará el programa con hospitales privados para que también atiendan a pacientes con Covid-19 de forma gratuita al tiempo de confirmar que habrá una nueva reconversión de los hospitales para Covid-19 para tener una mejor atención médica a pacientes.

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum confirmó que hay nuevos contagiados y se encuentran en los hospitales, por lo que advirtió que es posible que el semáforo rojo vuelva a encenderse. Y además, está contagiada desde hace una semana. Y ya murió un senador, Joel Molina Ramírez y otros dos Josefina Vázquez Mota y Alejandro Armenta dieron positivos. Hay más. Diputados también, pero no lo informan. En el gobierno capitalino se filtra que cuando menos el 40 por ciento de los empleados –de alto, medio y bajo niveles- han sido atacados por el feroz Covid-19.

¡Que alguien me explique!

Si la pandemia está controlada ¿por qué ampliar el convenio con los hospitales privados para atender pacientes con Covid-19?

¿Si no hay rebrotes por qué aumentó la velocidad de fallecimientos?

Y si todo va bien ¿por qué reconfigurar más hospitales?

Todos hablan de lo mismo pero, cada quien tiene sus datos. Bueno, los otros datos que no conocen entre sí. El presidente López confiesa “estar preocupado y ocupado” y aconseja seguir con las recomendaciones y atenderlas voluntariamente “porque no se tomarán medidas autoritarias”. (Sin decirlo, seguramente pensó en Francia, España, Italia y Alemania en donde sí se aplican medidas severas hasta llegar al toque de queda).

Por ello, sorprende el triunfalismo con el que se pretende decirle a la sociedad que pronto volveremos a la antigua normalidad.

Porque los datos oficiales, los que compila la Universidad John Hopkins revelan que los contagios en México bien podrían alcanzar al millón de personas.

Y datos de la propia Secretaría de Salud, no desmentidos y difundidos el lunes 19 de octubre, indicaron que el número de fallecidos para esa fecha era de 100 mil, aunque la cifra manejada por el doctor Alomía en representación de López-Gatell, señalaran solamente a 89 mil. También de la propia dependencia salió la información de que la cifra real rebasa los 130,000 personas que perdieron la batalla frente al letal virus.

Reuniendo las opiniones y los datos duros, se oscurece el triunfalismo del Gobierno federal y sus voceros.

SIN PONERSE DE ACUERDO

Prácticamente, parafraseando al presidente López, sus empleados –que son nuestros, porque con los muchos o pocos impuestos que pagamos se cubren sus “modestos” salarios- plantean que en materia de salud, de combate, de contención de la pandemia “vamos requetebién”.

Sin embargo, cuando llegó el Día de Muertos y faltan 39 días para las fiestas de la Virgen de Guadalupe, el doctor López-Gatell advirtió desde el martes 20 de octubre, que la gente no debe congregarse. Y la Jefa de Gobierno informó de la cancelación de eventos en la Basílica.

Para la celebración del 489 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe faltan aún 39 días y si desde ahora se llama a los feligreses a no “congregarse” significa que la pandemia no está contenida y que podría aumentar el número de contagios.

Desde el Gobierno de la Ciudad de México se pide a todos los deudos que cuenten con alguno o algunos muertos en los cementerios no asistir a recordarlos. Y aunque hubo personas que no atendieron el llamado, las concentraciones se evitaron.

Ah, pero nadie dice nada de que el presidente López quiere el Zócalo, la Plaza de la Constitución para el primero de diciembre -11 días antes de la celebración guadalupana- para realizar su “asamblea informativa” con motivo del segundo año de su gobierno.

En la Basílica de Guadalupe se contagiarán. ¿En el corazón del Centro Histórico no?

Seguramente el “poder moral” de López supera ya, y con mucho, el de la religiosidad que profesan millones de mexicanos no de ahora sino de hace cinco siglos.

La pandemia ha dejado de ser una prioridad del Gobierno y muestra de ello es que las cifras ofrecidas cada mañana y ratificadas cada noche, muestran plasmas de maquillaje.

Las contradicciones se multiplican y la sociedad se mantiene en la incertidumbre, más ahora que se juntaron dos coronavirus: Convid-19 e Influenza H1N1.

¿Cuál es la razón? La virtual inexistencia de la vacuna que anualmente se aplica a adultos mayores, mujeres embarazadas y menores de edad para protegerse del virus que ocasionó la pandemia, Made in México, en 2009.

Aunque el Sector Salud ha informado que en todos los hospitales públicos está disponible la vacuna, en diversas clínicas y hospitales del IMSS y del ISSSTE tienen colocadas cartulinas en las que se indica que no hay existencias.

Pero como dice el presidente y secundado por el secretario de Salud, “vamos requetebíen”.

 

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