Los cementerios de las zonas metropolitanas de México cuentan con 6.1 millones de fosas y tumbas, de las cuales un 83.3 por ciento estaban ocupadas y un 16.7 por ciento disponibles en el primer semestre, cuando hubo una sustancial alza de cremaciones, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En un comunicado, el organismo informó que durante el primer semestre de 2020 la cantidad de cadáveres inhumados aumentó un 20.2 por ciento con respecto al mismo periodo del año anteriores, mientras que los incinerados un 76.8 por ciento.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, que roza los 90 mil muertos y 900 mil enfermos oficiales, las autoridades sanitarias han recomendado incinerar a los fallecidos con coronavirus para evitar contagios.
De acuerdo con los resultados de la Recopilación de Información de los Cementerios Públicos en las Zonas Metropolitanas del país 2020, al cierre de junio se reportaron 3 mil 954 panteones establecidos en los municipios que conformaron las zonas metropolitanas.
De estos, el 90.1 por ciento (3 mil 561) se encontraba en operación entre enero y junio de 2020.
De los 3 mil 561 panteones que estaban operando entre enero y junio de 2020, el 52.8 por ciento lo hizo mediante el esquema de prestación indirecta en colaboración con la comunidad, mientras que el 39.5 por ciento (mil 406) de los panteones prestó el servicio de forma directa o indirecta a través de alguna institución de la administración pública.
Sobre el personal que trabaja en cementerios administrados por el sector público, a nivel nacional se reportaron 5 mil 402 personas, de las cuales 79.2 por ciento fueron hombres y 20.8 por ciento mujeres.
Si bien la cifra oficial de muertos por COVID-19 roza los 90 mil, la Secretaría de Salud de México detectó entre enero y septiembre de 2020 un exceso de la mortalidad del 37 por ciento, al registrar este año 193 mil muertes más de las esperadas.
Las autoridades han pedido a la ciudadanía celebrar en casa el Día de Muertos (1 y 2 de noviembre), festividad en la que los mexicanos reciben las almas de los difuntos, y en la capital mexicana se anunció el cierre de cementerios para evitar aglomeraciones.