Este año, sin Vestir de Color Naranja Cempasúchil los Panteones de la Capital

Reportaje

*La Flor de los Veinte Pétalos Siempre Junto a los Difuntos

Por Susana Vega López

Estamos próximos a conmemorar el Día de Muertos en México y para ello es costumbre visitar los panteones para limpiar las tumbas, diseñar una ofrenda y adornar las lápidas con la flor de cempasúchil. Los panteones se visten con esta flor naranja como el sol y se ponen altares en las casas.

Pueblos como Mixquic, en Tláhuac, eran visitados para admirar el camposanto lleno de velas, flores, platos con la comida favorita del difunto, vasos con agua, botellas de tequila, mezcal o la bebida que le gustaba al desaparecido, jarros con café o atole, sal, dulces, fruta y el retrato del ausente, entre otros elementos.

Ahora no. La situación cambió. Los panteones estarán cerrados. El tradicional desfile de Día de Muertos en el centro de la Ciudad de México se canceló, y la economía vuelve a reprimirse.

El próximo domingo, uno de noviembre, Día de Todos los Santos, y el lunes dos, Día de Los Fieles Difuntos según marca el calendario, se coronaban con la venta de flores de cempasúchil y ahora que las autoridades lograron terminar con el intermediarismo, las ventas están reprimidas por causa de la pandemia.

Hoy por hoy, donde la venta de esta “flor de los 20 pétalos” es directa del productor de Xochimilco al comprador, la gente no quiere, no puede, no se anima o tiene prohibido salir de sus hogares. Sin embargo, las tradiciones no deben morir y los productores hacen un exhorto para que pongan ofrendas en sus hogares y revivan esta tradición que ya trasciende fronteras.

En días pasados inició oficialmente la temporada de venta en Altépetl, un vivero forestal de Xochimilco para informar del millón y medio de plantas que esperan ser vendidas en este emblemático lugar que cuenta con jardines flotantes, aves y una belleza natural que enmarca el camino con diversas plantas y árboles como el ahuezote que sostiene a las chinampas entre el agua y la tierra.

Disfrutar de las áreas naturales, admirar las flores, conocer los canales y saborear la gastronomía sin salir de la Ciudad es lo que ofrecen las tres rutas agroturísticas que se crearon para reactivar la economía del oriente de la alcaldía de Xochimilco, en las faldas del cerro Teuhtli

Una de estas rutas se encuentra en San Luis Tlaxialtemalco (en el lugar donde está el bracero de mano –incensario- para el juego de pelota consagrado a Tláloc, el Dios de la Lluvia), un asentamiento ribereño del antiguo Lago de Xochimilco, cerca del manantial más caudaloso de la cuenca de México hasta mediados del siglo XX, Acuexcómatl. Aquí, los visitantes pueden pasear en bicicleta, recorrer sus caminos para llegar al vivero y adquirir sus plantas.

El mercado San Juan Acuexcómatl, con la venta del cempasúchil, da empleo directo a dos mil personas y otras tres mil tienen trabajo indirecto pero ahora que se da este logro se cierran los panteones en esta, la mejor temporada para que la gente adquiera su flor.

Con el programa Altépetl se acordó la venta directa de productores en las plazas comerciales de la CDMX para vender, sin pago de renta, sus productos que se calcula dejarían una derrama económica de 45 millones de pesos.

Una buena noticia es que esta zona se incluirá en el programa Turismo de Barrio, además de que se publicará en el Catálogo de Barrio de la Ciudad de México.

En conferencia de prensa se informó que un millón de metros de canales y zanjas de Xochimilco, así como 10 mil árboles, se encuentran en proceso de saneamiento. Además, en los últimos meses se han retirado siete mil toneladas de cascajo y tres mil toneladas de otros residuos para dejar en buenas condiciones el lugar.

Cabe señalar que durante la ruta se puede apreciar a hombres xochimilcas formando sus almácigos, una especie de cajas donde se colocan las semillas de las plantas para que inicien su crecimiento. ¡Una experiencia que se debe vivir!

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