Por Jesús Michel Narváez
Al cierre de la semana pasada cuando menos una decena de países de la Unión Europea mostraron la debilidad frente al Covid-19. Francia y Alemania encabezan la lista en el rebrote de la letal pandemia y han puesto en marcha medidas drásticas que alcanzan el toque de queda.
España, Italia y Bélgica entro otros registran incrementos notables de contagiados y los sistemas de salud se encuentran amenazados con el desbordamiento.
De acuerdo con Euronews, el rebrote de la pandemia tomó por sorpresa a los responsables de contenerla y ello ha ocasionado que incluso algunos hayan sido despedidos y otros investigados para saber si hubo o no negligencia en sus actuaciones.
A diferencia de lo que ocurre en Europa, en América, Asia y África se han reducido las muertes más no los contagios.
En México ya suman 847 mil 108 casos de infectados con 86 mil 59 fallecimientos lo que coloca al país con el 7.8 por ciento de letalidad, apenas superado por Estados Unidos, Brasil e India, en la totalidad de muertos por la pandemia que ya superó el millón 111 mil 957 víctimas.
Mientras en Europa admiten el rebrote y alertan a sus gobernados de las drásticas medidas, en América Latina y principalmente en México se relajan y se deja en manos de la “suerte y la responsabilidad de los ciudadanos” la libertad de respetar la sana distancia, el uso de cubrebocas y la asistencia a eventos con más de 50 personas.
Conforme a estimaciones de especialistas, México superará el millón de contagios antes de finalizar el año y los muertes alcanzarán las 100 mil, dos veces más del pronóstico “catastrófico# considerado por el responsable sanitario, Hugo López-Gatell.
El tema ha dejado de ser prioridad en el gobierno de la 4t y el presidente está dedicado a “inaugurar” obras del pasado. Su atención está en la aprehensión del general Cienfuegos y del actuar de la DEA en el país “cuyas agentes entran como Juan a su casa”.
Ya no importan los muertos ni los contagiados. En la Ciudad de México, a diferencia de París, las aglomeraciones se multiplican y el riesgo de contagio es cada día mayor. El semáforo sanitario permanece en naranja y contrario a las medidas restrictivas que se aplicaban hace 19 semanas se ha permitido la reapertura de actividades que fueron calificadas como no esenciales.
Pareciera que dejó de importar su la cuerva se aplana o se amplía; la salud y la vida de los mexicanos no está en las prioridades políticas.
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