*Escasez de Recursos Públicos Para Combatir el Covid-19
*Es el Plan B… se Romperá la Política Austera de AMLO
*Ha Dicho: Saldremos Adelante sin Endeudar al País
Por Joel Armendáriz
A lo largo de la crisis sanitaria causada por la presencia del letal Covid-19, el presidente de la República ha insistido en que se atendió correctamente y sin endeudar al país, como “se hacía antes para resolver los problemas y no lo lograban”.
Sin embargo, la semana pasada el Subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, desveló el “plan B” en caso de que se registren rebrotes de la epidemia: solicitar créditos.
A nadie debe extrañar porque los recursos públicos son magros después del cierre de industria, comercio, oficinas y servicios durante tres meses. Algunas abrieron en ese lapso otras se mantienen en confinamiento. Las quiebras se han multiplicado y el desempleo formal, que afectó a un millón 300 mil personas según cifras del IMSS, inicia una recuperación, pero no hay creación de nuevas fuentes laborales. En la informalidad el escenario es trágico: cerca de 12 millones dejaron de trabajar y apenas 3 se habían reintegrado, de acuerdo con un informe del INEGI del 5 de agosto pasado.
Los reclamos del sector empresarial, de los partidos políticos de oposición y de la sociedad en gran parte, se estacionan en la ausencia del Gobierno Federal para impedir que los generadores de empleos formales quebraran. La falta de estímulos fiscales y el apriete de tuerca para cobrar a quienes evadieron o eludieron el pago de impuestos, completó el cuadro.
Desde marzo, cuando se determinó cerrar todo aquello que no fuera esencial, a la crisis sanitaria se sumó la económica.
El presidente de la República ha insistido en que no habrá rescates de grandes empresas –tampoco de micro, pequeñas y medianas- “como se hacía antes” y puso en marcha un programa de mini apoyo que, como lo que se le unta al queso, para nada sirvió.
Ante la nada eventual posibilidad de un rebrote de la pandemia, Yorio explicó: “Quisimos guardar la carta de endeudamiento precisamente como una segunda línea de defensa, en el caso de que hubiera un segundo rebrote y entonces tuviéramos que tomar acciones más agresivas respecto a la economía”.
El funcionario federal habló Encuentro Digital organizado por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros.
Sin embargo, horas antes durante su conferencia matutina del 22 de septiembre, el presidente de la República afirmó categórico que en el país no hay indicios de rebrote de casos por Covid-19, y confirmó su teoría: “vamos de salida con la pandemia”.
“Solo sintetizo de que va a la baja esta terrible pandemia y que afortunadamente no hay rebrotes, vamos de salida”, añadiría.
El mismo día, el responsable sanitario del gobierno federal, Hugo López-Gatell expuso: “existe una perspectiva positiva de la pandemia en México, pero ningún país está exento de un rebrote por COVID-19”.
Coincidentemente, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, declaró que el dinero para los apoyos dirigidos a las microempresas “se agotó” y adelantó que para el 2021 se contempla un programa similar.
Como fuere, las arcas nacionales están desfondadas y con la contracción en el cobro de impuestos a causa del cierre de causantes mayores, menores y con actividades empresariales, no hay forma de completar el gasto corriente y menos aún cubrir todos los programas sociales y apoyos anunciados desde marzo pasado.
Los expertos en finanzas han sostenido que endeudarse no es malo. Luis Foncerrada Pascal, quien durante 12 años estuvo al frente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) y hoy se desempeña como chief economist en la Cámara Americana de Comercio, confirmaba que, si los recursos se emplean de la forma correcta, los créditos sirven para reactivar la economía y al mismo tiempo proporcionar liquidez a las empresas, agobiadas por la crisis sanitaria que repercutió en la economía nacional.
Pero el presidente de la República niega la existencia de la crisis económica y sostiene su política anti-neoliberal: no endeudar al país como lo hicieron los de antes.
No obstante, la insistencia presidencial, la revelación del subsecretario Yorio refleja que desde siempre se tuvo en el escritorio de Hacienda la alternativa de solicitar préstamos en el extranjero para solventar los costos que representa la pandemia.
No solo de salud, sino económicos por la falta de generación de recursos para las arcas nacionales.
Queda claro: el Presidente dice no, pero las circunstancias dicen sí.