Esperanza y no es la Panadería

Punto de Vista

*Atole sin Tamales de Chipilín

Por Jesús Michel Narváez

Pareciera recitar las virtudes teologales que fueron resumidas por San Pablo en la I carta a los corintios: “En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y la caridad, pero la más grande de todas es la caridad”, cuando el presidente se dirige a los padres de los 43 jóvenes desaparecidos: …no deben perder la esperanza en que habrá justicia en el caso porque, por un lado, su Administración fue elegida por el pueblo.

Y si no hubiera sido así ¿hay que perder la esperanza?

El esperado informe que rendiría el presidente y su equipo sobre el caso, quedó en discursos de esperanza y no precisamente de una cadena de panaderías.

Porque no hay nada nuevo bajo el sol. Están encontrando culpables a las autoridades como si ellas cometieran el delito de desaparición, como si jalaran del gatillo, como si los subieran a los autobuses, como si los mataran…

Dar a conocer que se ordenó librar órdenes de aprehensión -¿acaso no es facultad del Poder Judicial?- a militares y agentes de la Policía Federal que participaron en la investigación no hará que aparezcan los desaparecidos.

Decir que Tomás Zerón de Lucio se “robó mil millones de pesos de la PGR” tampoco formaba parte de la “verdad histórica” que ha sido borrada aunque se esculpieron en tablas de roca como las de Moisés.

El fiscal general, Alejandro Gertz Manero afirmó: que “no cabe duda de que el gobierno anterior encubrió, mintió, torturaron, realizaron falsas diligencias y trataron de ocultar los hechos, en lo que dijo, fue “una mentira histórica”.

¿Y los desaparecidos tienen que ver con las actuaciones posteriores?

Podría decirse que la actual investigación está enfocada a encontrar a los culpables de no haber hallado a los secuestradores y asesinos. Porque no se observa el “avance” que determine en dónde quedaron los jóvenes, si están muertos, si no lo están aunque las evidencias confirmen que los criminales los asesinaron.

Totalmente de acuerdo en sancionar a los torturadores, pero esa no es la Litis del caso. El tema de fondo son los jóvenes. ¿O ya hay nueva narrativa histórica?

Es pregunta.

La ceremonia para recordar la tragedia estuvo aderezada con algo cotidiano en la actual administración; atole… faltaron los tamales de chipilín.

Y por supuesto, con la solicitud comedida de no perder la Esperanza… quizá porque es lo último que muere.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelMx, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.

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