*Una Cosa es la Burocracia y Otra el Burocratismo
*México no Tiene Tantos Burócratas: Estudio
*Los Recortes a la Orden del día, hoy por la Pandemia
*El Nivel de Corrupción Existente en Esas Áreas
Por Iván Ruiz Flores
¿Es México un Estado con un gobierno obeso, es decir con exceso de burocracia? Todo indica que no, porque un estudio llevado a cabo allá por el 2012, entre 37 países del orbe colocó a nuestro país en materia de empleo gubernamental en el lugar 30, con un porcentaje de 10% del total del empleo nacional.
Por lo tanto, en 8 años no pudo haberse incrementado la burocracia en gran medida que necesite una rasurada. ¿Qué sucede entonces? Que es un corredero a diestra y siniestra en el actual gobierno sin que quede en claro el objetivo final y sin que haya credulidad para la administración López-Obradorista.
Antes de que se declarara la pandemia de Covid-19 en México, es decir el año pasado, la burocracia federal ya estaba padeciendo la decisión gubernamental del recorte de plazas de honorarios y de programas sociales y prácticamente todas las dependencias habrían realizado eliminado muchos empleos.
A mediados del año pasado ya eran 8,000 burócratas los desempleados en los primeros siete meses de gobierno. Hoy el recorte continúa con mayor ahínco tras el desastre en salud, económico y social debido en otra buena parte por el coronavirus.
El asunto es que el adelgazamiento del Estado obeso (en materia de burocracia) mo es malo en sí, pero es pésimo cuando se realiza a tontas y a locas como sucede actualmente, impregnada de una grosera y arbitraria propaganda en la cual los mexicanos debemos congratularnos de que la gente se quede sin empleo.
Sin embargo, también está la burocratización.
Un estudioso de esa materia, Barry Bozeman, quien es Arizona Centennial Professor en Política Tecnológica y de Gestión Pública, dice:
“Mientras la burocracia es mejor pensada como una institución social vital y, en el mundo actual, ineludible, la “burocratización” no lo es. La burocratización es un término usado de muchas maneras diferentes, algunas peyorativas y otras no, y sólo rara vez se le ha definido.
Es también “el despliegue de la institución de la burocracia y sus componentes característicos como medio de organización social del trabajo”.
“Bajo este concepto, la burocratización no es intrínsecamente buena ni mala; más bien es un enfoque de trabajo y para hacer frente a los problemas sociales”.
En otro segmento dice: “Un factor importante relacionado con la pregunta “¿cuánta burocracia es suficiente?” tiene que ver con el nivel de corrupción en la burocracia. En muchos casos, la burocracia corrupta tiene poco que ver con la gobernanza legítima, excepto como una alternativa ilegítima. Ouchi (1980) y Williamson (1981) distinguen entre “mercados, jerarquías y clanes”.
En muchos países, expresa, el tamaño del Gobierno se relaciona menos con la política económica que con el papel histórico del Gobierno en el sistema político y en la cultura política.
Y habla de “los clanes” que son los que proporcionan un medio para la realización de transacciones de manera informal y tradicional, sin intercambio mercantil ni normas burocráticas formales.
“Las burocracias corruptas -agrega-, cuando se han extendido, representan un subgénero del clan, a lo que me refiero como el “clan en las sombras”. Si bien en algunos casos, tales como en las maquinarias políticas, pueden proporcionar beneficios tangibles a través de funciones latentes (Merton, 1957), en el largo plazo socavan la gobernanza legítima.
“Mientras la burocracia corrupta se relaciona de alguna manera tanto a las maquinarias políticas tradicionales como a los sindicatos del crimen al estilo de la mafia, el clan en las sombras burocrático funciona con base en una combinación de confianza, intimidación y quid pro quo”.
Pareciera que en México de ninguna manera se trata de acabar con los clanes o mafias que operan en las estructuras gubernamentales (a veces con el aval de quien encabeza la dependencia), sino de colocar a los amigos, de los amigos de los nuevos gobernantes y tener cooptados a todos simplemente para eternizarse en el poder.
Como fuere están corriendo burócratas, los más recientes fueron quienes laboraban en 10 subsecretarías, al llevar a la práctica el actual gobierno el Programa de Austeridad ante el Covid-19 y el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador que incluía la eliminación de 10 subsecretarías, el recorte de 25% de salarios y 75% de gastos de operación.
Así, el 28 de agosto pasado eliminaron la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y la Subsecretaría de Integración y Desarrollo, de la Secretaría de Salud.
Además, desaparecieron o integraron en otra a la subsecretaría de Planeación y Política Turística de la Secretaría de Turismo; la Subsecretaría de Comunicación y Desarrollo Tecnológico, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; la Subsecretaría de América del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores; la Subsecretaría de Ingresos de Hacienda, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; la subsecretaría de Gobierno, de la Secretaría de Gobernación; la subsecretaría de Minería, de la Secretaría de Economía y la Subsecretaría de Planeación, Prevención, Protección Civil y Construcción de la Paz, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Todo indica que continuará la purga.