Por Jesús Michel Narváez
Consulta Ciudadana y juicio a expresidentes. Nadie se chupa el dedo. Las huestes de Morena se movilizarán para juntar las firmas y que sean los mexicanos con derecho a voto quienes la soliciten y si no alcanzan, entonces la Cámara de Diputados, cómo no, con las dos terceras partes de los legisladores la puede pedir y si todavía no se logra, entonces aparece la figura de quien no es verdugo y no lo mueve la venganza y conseguir lo que le negaron en los dos pasos anteriores.
La prisa pía.
Porque el presidente López se ha negado sistemáticamente a enjuiciar a los expresidentes. E incluso con las declaraciones de Emilio Lozoya solamente solicitó que se presentaran a declarar en caso de que la Fiscalía General de la República así lo considere.
De la cantata del exdirector de Pemex, el presidente López sacó la conclusión de que debe solicitarse la consulta ciudadana que conforme a la Constitución tendría que celebrarse en la jornada electoral federal de 2021.
Cual si fuera el erudito del proceso legislativo y más tarde judicial, lanzó su as de espadas. “Estoy informando a tiempo, lo mejor sería que las firmas las aportaran los ciudadanos, si no alcanza el tiempo la segunda posibilidad es que lo hagan legisladores y la tercera es que lo solicite el presidente.
“Yo voy a esperar hasta el final, pero no descarto la posibilidad de hacerlo porque es democracia, aunque yo vote en contra de que se juzgue a los ex presidentes”,
La ley contempla que para realizar una Consulta Ciudadana deberá solicitarse entre el primero y el 15 de septiembre el año anterior a los comicios federales. El tema se torna delicado porque corresponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nación avalar la pregunta. Ahí estará el freno o la sumisión del único Poder que ha mantenido cierta independencia: el Judicial.
Cual ejecutor de rompecabezas que no sabe en dónde se encuentra la pieza que le permita cerrar y declararse ganador, el presidente López junta los casos Odebrecht-Lozoya con el Crimen Organizado-García Luna, cuando son causas diferentes y no se interrelacionan entre sí, por lo menos hasta ahora.
Se trataría, de hacerle caso al presidente, de un juicio sumario en el que no importan los delitos sino los personajes que los cometieron. En el caso del exsecretario de Seguridad Pública, difícilmente se le podrá obligar a reintegrar los recursos presuntamente obtenidos en su cargo. Porque de lo que se le acusa es de haber recibido dinero del crimen organizado no de haber utilizado el dinero público para sus fines políticos y/o personales.
Lo anunciado por el presidente es la respuesta a la difusión de los dos videos en donde su hermano Pío recibe dinero de David León, en 1915, en ese tiempo operador político de Manuel Velasco Coello gobernador de Chiapas.
Aplicando la regla de Sun Tzu, general, estratega militar y filósofo de la antigua China y que en su libro “El Arte de la Guerra” escribió: “La mejor defensa es un buen ataque”, el presidente López ataca con furia a quienes buscan incorporarlo a la canasta de la corrupción. La duda salta: ¿los otros guerreros permanecerán de brazos cruzados, bajarán la guardia o lucharán hasta vencer o morir?
Estamos en la más larga telenovela de la política mexicana.
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