*La Idea de un Partido Oficial aún Permea Sociológicamente
*Exilio en Lugar de Muerte Obra de Lázaro Cárdenas
*Esa Línea se Rompió con la Muerte de Colosio
*La Premisa Alemanista: “Cooptar, Comprar o Corromper”
*El Fortalecimiento de las Izquierdas y la Intención de hoy
Por Ezequiel Gaytán
Configurar significa ensamblar o articular un objeto o cosa disponiendo de diversas partes hasta crear un componente de una determinada forma y funcionamiento. Quien configura requiere tener un modelo o imagen-objetivo y saber escoger de entre diversas opciones con el fin de lograr un sistema funcional y que sea acorde con lo planeado.
En México la configuración del poder político se fue formando, a mi parecer, de 1920 a 1946. Para fines de este artículo me detendré sólo en cuatro fechas, en la inteligencia de que son más. La primera es 1924 cuando Álvaro Obregón se inclinó por Plutarco Elías Calles a fin de sucederlo en la Presidencia de la República, quien era un integrante de su gabinete; desde entonces los presidentes se inclinan a proponer que su sucesor sea un secretario de Estado y no un director de entidad paraestatal, ni un gobernador o un miembro del Poder legislativo. La segunda es cuando Elías Calles (1924-1929) creó el Maximato, el Plan Sexenal y al Partido Nacional Revolucionario; la herencia es que los maximatos ya no son posibles, el Plan Sexenal sigue vigente y la idea de un partido oficial aún permea sociológicamente en el comportamiento de la burocracia y en sectores significativos de la sociedad. La tercera es en 1936 cuando Lázaro Cárdenas expulsó del país a Plutarco Elías Calles y sentó la regla de oro del sistema Político “no matarás”, la cual se rompió con el asesinato de Donaldo Colosio y fue el principio del fin de la hegemonía priista. También configuró al Partido de la Revolución Mexicana en los sectores obrero, campesino y popular y fortaleció las cámaras empresariales. La cuarta es con Miguel Alemán (1940-1946) quien institucionaliza al partido oficial, sentó las bases del ordenamiento legal de la Administración pública, sustituyó la terrible frase de Gonzalo N. Santos de “destierro, encierro o entierro” por la premisa “cooptar, comprar o corromper” , y creó una alianza con los medios de comunicación y el empresariado nacional, con los cuales sentó las bases del desarrollo mexicano al amparo del modelo de sustitución de importaciones o también llamado Milagro Mexicano.
El sistema político mexicano se desarrolló con esas bases y otras más tales como la muy escasa democracia participativa y la mano firme del Presidencialismo. El caso es que con la elección de 1988 y el cuestionado triunfo de Carlos Salinas, nuestro país fue fortaleciendo la organización ciudadana y junto con los partidos políticos en 1997, por primera vez, desde 1928, el partido oficial no tuvo la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.
Dicho cambio en la Cámara Baja y el triunfo del Partido Acción Nacional en el año 2000, fue el inicio de la primera reconfiguración del poder político en México que permitió que las izquierdas se fortalecieran a fin alcanzar el poder. Para lo cual trabajaron bajo el siguiente esquema: un líder; b) una ideología en común; c) intereses compartidos; d) capacidad de organización; e) fuentes de financiamiento; f) formalizar legalmente a la asociación; g) elaborar un acta constitutiva de principios y fines (que incluirá una comisión de honor y justicia a fin de realizar las purgas necesarias en su momento); h) un plan o estrategia que defina las acciones que deben realizarse con el propósito de ir ganando elecciones municipales, posteriormente algunas estatales y finalmente, en su caso, la federal. También debe visualizar su presencia en las diputaciones locales, así como en el Congreso de la Unión); i) sus tácticas de operación, definir con quien hacer alianzas y con quien no; j) elaborar una cartera de clientes (clientelismo) y, k) presencia en las redes sociales y medios de comunicación.
En 1982 las izquierdas fundaron el Partido Socialista Unido de México (PSUM), que se reorganizó en 1988 como Frente Democrático Nacional (FDN), que a su vez se transformó en 1989 en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y después de una escisión interna, Andrés Manuel López Obrador creó en el 2011 el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que empleó los pasos anteriormente descritos. Ahora, la izquierda de Morena se ha propuesto reconfigurar, por segunda ocasión, el poder político mediante algunos componentes legales y administrativos, así como utilizar su base clientelar con el propósito de intentar rehacer el presidencialismo y la tesis del Nacionalismo Revolucionario que el Partido Revolucionario Institucional abandonó en 1982. Con lo cual ha procurado minimizar el sistema pluripartidista, acotar las autonomías de los órganos administrativos y volver al centralismo.
Es claro que la intención del actual gobierno es reconfigurar, ellos dicen transformar, el poder político en México. Sin embargo, la configuración se formó entre en 1920 y 1946. La primera reconfiguración fue entre 1977 con la Reforma Política de José López Portillo y el 2000 con la alternancia política. Ahora, la actual administración desea una segunda reconfiguración en seis años o en doce; lo cual a mi parecer es, en términos históricos, muy poco tiempo.
