La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este martes que los jóvenes son los principales impulsores de la propagación del COVID-19 en las Américas, pero que son los mayores que concentran el 70% de las muertes.
Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), expresó en una rueda de prensa su preocupación por la «desproporcionada incidencia» del COVID-19 en la gente joven.
«Esto nos indica que las personas jóvenes son los principales impulsores de la propagación de la enfermedad en nuestra región», advirtió.
La experta indicó que hay un patrón similar en todo el continente de concentración de los casos en el grupo entre 20 y 59 años, pero que en cambio el 70% de las muertes se producen entre las personas de más de 60 años.
Etienne explicó que muchos de los jóvenes que se contagian tienen un cuadro leve y no van a requerir ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos, pero van a trasmitir la infección a otras personas que sí van a ser hospitalizados.
Para la directora de la OPS este es un recordatorio de que el combate contra el COVID-19 es una responsabilidad «compartida».
«Si uno no toma los pasos necesarios para mantenerse a salvo, puede estar poniendo a otros en riesgo», dijo.
Etienne alertó que en muchos lugares hay una «desconexión entre las políticas implementadas y lo que muestran las curvas epidemiológicas» ya que en las últimas seis semanas, en la región el número de nuevos casos pasó de 5.3 millones a más de 12 millones.
«Cuando los datos apuntan en esta dirección generalmente indican una necesidad urgente de implementar medidas para detener la transmisión del COVID-19», afirmó la experta que constató en el mismo periodo lo que ha ocurrido es lo contrario y los países han «relajado» las restricciones.
La región tiene 450 mil muertes por COVID-19 y Estados Unidos, Brasil, Colombia, Perú, Argentina y México siguen en la lista de los 10 países del mundo con más casos.
Para Etienne, si no hay una vacuna antes, el virus va estar entre nosotros un tiempo y esta es una lucha que no se puede ganar de una vez, sino que tiene varias rondas.
«Es por esto que necesitamos aplicar lecciones de los lugares que han controlado el virus y dejar que sean los datos los que guíen nuestras acciones», explicó.