El Senado de la República es una actividad esencial y, por tanto, aún en estas emergencias sanitarias, tiene que seguir trabajando su cuerpo de legisladores, los colaboradores y el personal que no tenga riesgos sanitarios, o con las prevenciones que el Consejo de Salubridad Nacional determine.
El próximo 1° de septiembre, iniciarán las sesiones del periodo ordinario que cada año tenemos, iniciaremos el Tercer Año de Ejercicio Legislativo en esta Legislatura.
Por eso, tendremos más cuidado. Ahora estamos buscando alternativas jurídicas y legislativas para que podamos sesionar a distancia, de manera digital.
No tenemos reglamentación ni norma jurídica que nos permita que las votaciones, los debates y los actos de autoridad que realicemos, puedan ser de manera digital y a distancia.
En los próximos días, antes del 1° de septiembre, intentaremos consensar una agenda que reforme la Constitución, que reforme la Ley Orgánica del Congreso y que reforme el Reglamento Interno de las cámaras, para poder celebrar sesiones de manera digital, a distancia y que éstas tengan validez jurídica y constitucional y no sean recurridas por quienes se sientan afectados.
Es el momento de modernizar nuestra vida parlamentaria, es el momento de acudir a nuevas formas, a nuevas prácticas porque nadie puede generar condiciones distintas a los que el mundo está realizando.
La digitalización de nuestros actos son ahora una realidad, llegaron para quedarse y por eso el Congreso debe de adaptarse a las nuevas maneras, a las nuevas formas de comunicación y de trabajo legislativo, como lo está haciendo todo el mundo.
Esa es nuestra tarea impostergable y ahí nos vamos a ubicar, y ahí nos vamos a empeñar a tener normas claras y en beneficio de la sociedad.