La Iglesia Católica se declaró este domingo lista para reabrir los templos pese a la pandemia de COVID-19, que acumula 338 mil 913 casos y 38 mil 888 muertos confirmados en México.
En su editorial dominical del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México afirmó que el Gobierno de Ciudad de México verificó sus protocolos de seguridad sanitaria para el próximo retorno de actividades presenciales.
“Los templos de la Arquidiócesis de México están listos para recibir a los fieles, no solo porque han atendido las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades eclesiales y civiles, sino porque sabemos que la fe, la esperanza y la caridad son virtudes que deben fortalecerse en este delicado momento”, aseguró.
Las declaraciones de las autoridades católicas ocurren en un momento en el que la pandemia no cede en el país.
México registró un nuevo récord en el registro diario de contagios apenas este sábado, con 7 mil 615 nuevos casos.
El semáforo federal del control de la epidemia muestra que 18 de los 32 estados están en rojo o nivel máximo de riesgo, y los otros 14 en naranja o nivel alto.
Las entidades que están en naranja pueden reabrir sus lugares de culto al 25 por ciento de su capacidad, informó José Luis Alomía, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud (SSa).
“Esto no significa entonces la reactivación inmediata, total, completa de estas actividades, no, 25 por ciento es solo una pequeña proporción para poder empezar a regresar a las actividades del espacio público”, manifestó el funcionario.
En México, el 81 por ciento de la población se identifica como católica, de acuerdo con el Pew Research Center, que afirma que el país ocupa el segundo lugar en número de católicos a nivel mundial.
Por ello, legisladores federales y locales han pugnado por la reapertura de los templos, un proceso que se hará de forma segura, según la Arquidiócesis de México.
“Los templos abiertos, con las medidas pertinentes, serán de gran ayuda. Esta pandemia nos ha mostrado lo esencial que es nuestra fe en Dios para sobrellevar una tempestad como la que hoy sufrimos”, declaró la Iglesia Católica en su editorial.
Los espacios religiosos han acatado las políticas de confinamiento, que en México iniciaron el 23 de marzo en la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Entre las medidas que adoptarán los templos están el uso de cubrebocas, designar espacios permitidos para los fieles, conservar una distancia de seguridad de 1.5 metros con los demás asistentes y recibir la Comunión en la mano.
“Respetemos la capacidad permitida en los templos, no hagamos aglomeraciones, acatemos las medidas sanitarias, y seamos ejemplo, como Iglesia, de lo que nuestra sociedad necesita en este momento”, concluye el texto.