La Arquidiócesis Primada de México tenía prevista la reapertura de iglesias en la Ciudad de México el 29 de junio y posteriormente el 13 de julio, sin embargo, la tendencia al alza de casos de COVID-19 no lo permitió.
En diálogo con autoridades capitalinas reasignó la fecha de reapertura, de manera gradual, para el próximo lunes 20 de julio.
Salvador González, vicario general de la Arquidiócesis, advirtió que solo abrirán aquellas iglesias que cumplan con el protocolo de ‘Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con la presencia de fieles‘.
Del 13 al 18 de julio, las autoridades sanitarias de la capital verificarán que las iglesias cumplan el protocolo, sin cobro alguno. Aquellas que logren la verificación podrán abrir de manera gradual.
Afirmó que, desde hoy y hasta el próximo jueves 16 de julio, se verificarán los protocolos de sanitización en los templos que presentan una mayor afluencia de fieles, particularmente la Catedral Metropolitana, la Basílica de Guadalupe, las sedes litúrgicas de las vicarías territoriales y el templo de San Hipólito.
La Arquidiócesis señaló que la gradualidad del retorno a las actividades la marcará, además, el resultado negativo de los exámenes de COVID-19 que actualmente se están aplicando a los párrocos, rectores y capellanes que están al frente de las comunidades.
En caso de que alguien dé resultado positivo a la prueba realizada, deberá seguir los protocolos sanitarios necesarios, como lo es el aislamiento, seguimiento médico, y mantener cerrado el templo que atiende, hasta que cumpla con el tiempo recomendado por el personal médico.
El Cardenal Aguiar Retes solicitó responsabilidad y precisión, por lo que ningún presbítero está ni autorizado ni obligado a abrir el templo que atiende, sin antes haberse realizado la prueba.
Ante el anuncio del Gobierno de la Ciudad de México de regresar al semáforo rojo a aquellas colonias con la mayor cantidad de casos de coronavirus, la Arquidiócesis precisó que en las colonias señaladas no se reanudarán las actividades religiosas.
En las orientaciones y criterios para la reapertura de iglesias, se detalla que las personas con síntomas o portadoras de COVID-19 por ningún motivo podrán asistir a los templos; los sacerdotes deberán decidir, por salud o por edad, si participarán o no en las celebraciones; y que en todo momento se deberán respetar las indicaciones de la Secretaría de Salud.
A los adultos mayores y mujeres embarazadas se les recomienda evitar acudir a las misas dominicales, por ser el día de mayor afluencia, y en su lugar participar en los actos litúrgicos mediante redes sociales.
Se precisa que todos los templos serán sanitizados y se tomarán las siguientes medidas: sana distancia al sentarse, uso de cubrebocas obligatorio, se proporcionará gel antibacterial, se tomará la temperatura a los fieles y habrá jergas con desinfectante para limpiar los zapatos de quienes entren.