Cuando el Destino nos Alcance

Por Alberto F. Mena Mallén, (Parte II)

“Cuando el Destino nos Alcance” es una pelicula de ciencia ficción, de 1973, cuyo tema se refiere a la industrialización que llevó al hacinamiento, la contaminación y el calentamiento global ocasionado por el “efecto invernadero”, lo que generó que la población –particularmente de Nueva York, donde se centra la trama-, estuviera separada de una pequeña élite que tenía el control político y económico con acceso a ciertos lujos, mientras que el común de la gente se alimentaba con comida producida por una empresa “Soylent”, -título en inglés de este filme.

Dicha población con acceso a garrafas de agua y como principal alimento, había dos variedades de un producto comestible –galletas-, Soylent Rojo y Soylent Amarillo como unica fuente de alimentación, debido a que los productos naturales eran un privilegio para los sectores dominantes. Esta empresa productora utilizaba concentrados vegetales para alimentar a más de la mitad de la población del mundo.

Pero hubo una tercer alternativa, el Soylent Verde, que según la publicidad de la empresa productora estaba basado en el plancton. El caso es que hubo un asesinato de un miembro directivo de dicha empresa –Soylent-, que al ser investigado se descubre que el dichoso plancton se habìa agotado por los problemas ecológicos existentes y que dichas galletas verdes eran elaboradas con personas muertas, con cadáveres.

La trama se desarrolló durante la durante la guerra fría y con el auge del comunismo en los países asiáticos, en la década de 1960 y hasta 1980 se extendió en Estados Unidos la obsesión por el peligro de un crecimiento amenazador de la población en esos países y en general la amenaza de la superpoblación también llamada explosión demográfica. Tanto el libro Make Room! Make Room!, de Harry Harrison, como la película Soylent Green son creaciones de ficción construidas por este fenómeno.

Aunque no hay parecido, sí existen algunas similitudes con lo que actualmente está sucediendo. Claro, aún no comemos carne muerta de humanos, pero por como están las cosas por la pandemia, la falta de producción, la economía en declive, los trabajos minimizados, y gobiernos que no dan una, vamos que volamos hacia un futuro incierto, pero muy incierto, tal vez, con más hambruna que actualmente, lo que a su vez genera violencia e inseguridad social.

Observamos que las grandes trasnacionales alimenticias han prevalecido en nuestra nutrición y han sido causantes de muchas enfermedades en personas que padecen diabetes, obesidad y muchos males que son factores para que el contagio del Coronavirus sea más probable y los gobiernos han sido culpables de ello al permitir que sólo generen riqueza propia y pobreza entre la población.

Vemos que los gobiernos, ante el desastre que existe en muchos campos del país, -algo parecido pasa en el resto del mundo-, ya desean abrir las actividades a como de lugar, prevaleciendo la economía a la salud, por supuesto, con las recomendaciones que se crearon para poder evitar el contagio del Coronovirus, pero sin tomar en cuenta a los viejos, de 60 años para arriba, quienes son más propensos a morir por dicho virus chino y a quienes se les recomendó no salir de casa, algo asì como tener una prisión preventiva.

Además, todo esto va acorde con los rumores que se han desatado alrededor del orbe, en el sentido de que los “iluminatti” quieren reducir la población mundial ante la crisis ecológica, biológica y poblacional que se vive actualmente. Se ha dicho que esta pandemia terminará hasta que haya un contagio de rebaño, hasta que se cree una vacuna o medicamentos que puedan eliminar al Covid-19.

El hecho que se ve desde nuestras perspectivas. –no solo la mia-, es de que con la pandemia, querramos o no, mucha población va a desaparecer de la faz de la tierra, con lo que habrá menos gente en el mundo y tal vez, quizá tal vez, mejor concientizada en el sentido de que hay que cuidar al planeta, de alguna u otra forma.

Conocemos que el gobierno federal actual no es quien ocasionó esta pandemia, pero sí hay el sentir de muchas personas, en el sentido de que están haciendo las cosas de una manera que mucha más poblaciòn desaparecerá de este mundo, ya que, con el pretexto de que los gobiernos anteriores les dejaron un sistema de salud estropeado al máximo, no prepararon mejor el camino para evitar más muertes de mexicanos. Su organización en la aplicación de políticas públicas ha sido muy pobre.

Lo vemos casi a diario, en el sentido de que no se abasteció adecuadamente al sistema de salud, del equipo, los artìculos y medicamentos necesarios para evitar más fallecimientos –hasta estas fechas, mes de junio, siguen las protestas en los hospitales-, y en cambio presumen de que han hecho las cosas demasiado bien que se han evitado más muertes por dicho contagio del virus. Tambièn han cacaraqueado la frase de que “ya se domó la curva del coronavirus”, lo que repitieron en muchas ocasiones, sin que realmente la cifra de contagios y muertes haya disminuido.

En cada ocasiòn se afirmaba que en tal fecha se terminará el “encerròn casero” y ahora, la última fecha de que se podrá andar por las calles màs libremente es en el mes de octubre. Nosotros, conscientes de que eso no es verdad, podemos destacar que nuestra libertad quedará resguardada, quizás hasta principios del próximo año, si no queremos contagiarnos con el ya tan famoso Coronavirus.

Ya no se cree en el gobierno al que se le tiene poca confianza.

Y aunque no somos tan productivos como otros sectores de la poblaciòn, sí lo somos en el nivel familiar, donde somos importantes para que continúen existiendo los abuelos, parte importante de las nuevas generaciones, quienes ya no conocen muchos aspectos que hemos vivido en épocas pasadas si no es a través de nuestros recuerdos, anécdotas y experiencias que se han acumulado con los años y más cuando a las nuevas generaciones no les interesa la historia y menos leer un libro para enterarse de lo que sucedió antes de nacer.

O la ciencia-ficción va que vuela a hacerse realidad o los escritores de “Cuando el Destino nos alcance”, han sido unos hombres visionarios para haber producido dicho film hace ya 47 años, cuando la vida era más sencilla, menos compleja que la que ahora tenemos. Pero hay que seguir luchando por vivir.

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