En una nueva crítica a la proliferación de organismos autónomos, sobre los cuales es necesario analizar un ajuste en aras de ahorrar, porque crecieron como hongos, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que su creación era para “cooptar o comprar” conciencias. Era como con Porfirio Díaz cuando surgía un oponente, alguien que lo cuestionara, decía: ‘Ese gallo quiere maíz’, y maiceaban al gallo y dejaba de cantar”.
Cuestionó la existencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en torno al cual –tras exhibir su organigrama– sugirió revisar su existencia y que la Secretaría de Gobernación asuma sus funciones.
El mandatario fue más allá: Me gustaría que se presentara el organigrama del Instituto Nacional Electoral (INE). El organismo encargado de organizar las elecciones es el más costoso del mundo.
El tema del Conapred y los organismos autónomos lo abordó –como sucedió la víspera– sin mediar pregunta expresa y cuando respondía sobre el periodo extraordinario del Congreso, que él derivó en una petición a los legisladores para aprobar las modificaciones al esquema de fideicomisos para su desaparición.
Ayer se pensó que o no tenía información suficiente o estaba simulando cuando dije que no sabía lo que hacía un organismo supuestamente para combatir la discriminación. Le pregunto a la gente: ¿sabían que existía ese organismo?, hago esa pregunta, que, por cierto, ¿cómo se llama? Conapred.