El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, fue irrespetuoso de la investidura presidencial al señalarlo como orquestador de las protestas en Guadalajara a raíz del asesinato de Giovanni López a manos de la Policía estatal.
El mandatario federal señaló que él no es hipócrita y si hace un señalamiento directo no se esconde en argumentos políticos para deslindarse de la responsabilidad de sus actos.
“Se me hizo algo injusto, incluso irrespetuoso de la investidura presidencial, no se pueden lanzar esas acusaciones a la ligera; echarle la culpa a otros de lo que uno está enfrentando de los problemas que cotidianamente uno tiene que enfrentar como gobernante.
“Yo no estoy acostumbrado a tirar la piedra y esconder la mano, no soy hipócrita, eso tiene que ver con los conservadores”, expresó el jefe del Ejecutivo federal en conferencia de prensa.
López Obrador indicó que su relación con el gobernador Alfaro es “bien a secas” y afirmó que no buscará confrontarse con él por lo que ordenó al gobierno federal no inmiscuirse en el caso.
En todo caso, señaló, corresponde a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Fiscalía General de la República atraer las indagatorias de los abusos policiales en dicho estado como parte de las acciones para contener el coronavirus.
“No tenemos por qué inmiscuirnos, Jalisco es un estado libre y soberano si hay violación existe la CNDH lo dije desde la mañana del viernes que tiene que intervenir la Comisión por oficio y en su caso la FGR”, dijo.
El mandatario federal comentó que no ha entablado comunicación con Enrique Alfaro a raíz del cruce de señalamientos.