El Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que su gobierno no se opone y no prohibirá que se realicen pruebas rápidas para detectar contagios de COVID-19, pero aseguró que el gobierno seguirá con la misma estrategia que ha sido recomendada por su Gabinete de Salud.
«Vamos a seguir actuando de la misma forma sin prohibir de que el que quiere hacer las pruebas rápidas, como se les llama, puedan hacerlo. Nosotros de acuerdo a los especialistas, pensamos que la forma en que se hacen las pruebas en México es lo más correcto, lo más adecuado, pero no nos oponemos a que haya otro tipo de pruebas».
«El gobierno ya tiene una definición de acuerdo a lo que nos recomiendan los expertos», comentó.
En conferencia de prensa, el titular del Ejecutivo federal, acompañado de su gabinete de seguridad y del gobernador Rutilio Escandón, indicó que se ha demostrado que en las pruebas rápidas existe una falta de eficacia.
«Está demostrado que hay un porcentaje de falta de eficacia en la aplicación de la prueba; es decir, que no siempre resultan ciertas, pero no está de más. Hay muchos que se hacen esta prueba rápida salen positivos, y van después a hacerse la prueba con las características más seguras y se ratifican, es decir, que si están positivo y esto ayuda, sobre todo por el tiempo, porque se entregan con menos tiempo», declaró.
«En otros casos no es así, se hace la prueba, salen positivo y luego una prueba más minuciosa, y salen negativos, pero en fin, no nos aponemos a eso».
Indicó que ante el reinicio de actividades en la industria automotriz en el país se están realizando estas pruebas rápidas porque en las oficinas matrices de este sector «se les está pidiendo que actuando de manera igual, y se hacen estas pruebas».