Por Silvestre Villegas Revueltas
Para varias cosas ha servido el confinamiento producto de la pandemia del Covid, y en el caso de las presentes líneas me ha proporcionado el tiempo necesario para revisar el primer año de mis colaboraciones semanales con Misión Política. Esto quiere decir entre mayo de 2001 cuando el gobierno federal acababa de entregar su Plan Nacional de Desarrollo y el segundo informe presidencial rendido por Vicente Fox en septiembre de 2002. ¡¡Cuán poco hemos avanzado y cuántas similitudes respecto a la actualidad de 2020 hay en las demandas de la prensa y el pueblo mexicano, para con el primer gobierno que salió de la oposición política y le fue reconocido su innegable triunfo electoral, como para la primera administración progresista (solamente le pondría el epíteto de izquierdista si se le comparara con la De la Madrid, o Felipe Calderón) en setenta años!!
Varias de mis colaboraciones trataron el tema de la libertad de prensa que estaba impulsando el gobierno foxista. Pocos eran quienes aplaudían al guanajuatense y en cambio era un coro -como hoy- de periódicos, editorialistas, comentadores de radio, televisión, y caricaturistas que en la actualidad serían los memes y las irresponsables redes sociales, que un día sí y otro también hacían mofa del hablar y expresiones rústicas del vaquero presidente como son hoy respecto a López Obrador, el “mesías tropical”, así llamado por el muy poco liberal historiador Enrique Krauze. Semejante a lo dicho en un artículo pasado, Fox tuvo a su vocero presidencial que igual a un gurú interpretaba y explicaba lo que había querido señalar don Vicente, así como en la actual pandemia, el Presidente se sigue enredando en sus innecesarias conferencias matutinas de TODOS los días.
Otro tema que fue destacado en este tránsito entre el 2001 y 2002 fue que el gobierno panista intentó hacer una reforma fiscal que gravara a los que pagan menos impuestos, léase los grandes consorcios empresariales que siempre han contratado despachos de contadores para burlar al fisco mexicano. La respuesta de los defraudadores fiscales no se hizo esperar: declaraciones amenazantes de “los capitanes de empresa”, desplegados muy críticos de las confederaciones y consejos empresariales de siempre; y mesas de análisis en los canales de Televisa y Televisión Azteca subrayando el afán persecutorio de los conservadores y revanchistas del PAN. La misma escena se sucedió entre el 2012 y 2013 cuando el gobierno de Peña Nieto quiso hacer la añorada (desde 1829) reforma fiscal, y qué decir hoy acerca de las pesquisas que realiza la Unidad de Inteligencia Financiera en contra de los defraudadores fiscales de SIEMPRE. Por cierto, me llamó la atención las declaraciones del secretario de Turismo, Miguel Torruco, en el sentido de que a partir de esta semana “todas las líneas aéreas mexicanas estarán volando”. ¿Y la deuda fiscal de Interjet y los problemas con sus aviones rentados?, seguramente nos preguntamos muchos. Porque no se nos olvida que a semejanza de los tiempos en que Azcárraga era dueño de Mexicana de Aviación y tenía entre otras cosas un enorme adeudo fiscal y de otros servicios aeroportuarios con el gobierno de México, el mismo problema lo tiene hoy la empresa de la familia de Miguel Alemán, ¡¡desde el 2012!! Los sufridos pequeños contribuyentes nos preguntamos: ¿el gobierno de AMLO le perdonó a Interjet la deuda fiscal igual a lo hecho por las presidencias del pasado? o cómo se dio en conocer meses atrás, ¿las autoridades tributarias tomaron posesión de las muy bonitas torres que la familia tiene en la calle de Rubén Darío, Polanco? ¿Llegaron a un acuerdo de renegociación de la deuda y la definición de nuevos plazos de pago? ¿O simplemente se hicieron “ojo de hormiga” ante el proyecto de echar andar la economía mexicana bajo el marco de “la nueva realidad en pandemia generalizada”?
Finalmente, otro tema, de otros tantos, que lo mismo está en el 2001-2002 que en la actualidad: el mayúsculo problema de la inseguridad nacional que sufre la ciudadanía y el poder que tienen los carteles de la droga. ¿¿Hablo acaso de una realidad solamente mexicana o que también se está dando en Afganistán o Brasil?? Los mexicanos somos de corta memoria y los intereses detrás de todos los noticiarios quieren olvidar semejante pasado que nunca ha dejado de ser. Se le achacaba al gobierno de Fox ser primerizo y no entender la forma para combatir a las bandas delincuenciales, y en sentido opuesto, querer fumar la pipa de la paz con algunos narcotraficantes: ¿les suena algo familiar dichas puntualizaciones hoy? Ello quiere decir una realidad terrible: han pasado veinte años y poco ha variado en el tema del narcotráfico, su combate o convivencia. Las investigaciones de Manuel Buendía iban para más atrás, como en la actualidad Anabel Hernández lo explica con personajes de este momento.