Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (BdeM) anticiparon que las afectaciones ocasionadas por la pandemia del Covid-19 se profundizarán en el segundo trimestre del año.
Uno de los miembros destacó la falta de incentivos a la inversión privada, situación que se ha acrecentado recientemente ante los ajustes al marco regulatorio para su participación en el sector eléctrico. Otro integrante del órgano de gobierno enfatizó que esto está agravado por un ambiente de incertidumbre jurídica para la inversión privada.
Al dar a conocer la minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 14 de mayo de este año, algunos consideraron que la ausencia de un enfoque integral de apoyo, particularmente en virtud de la modesta respuesta fiscal, puede resultar en una recuperación más lenta.
Destacaron como riesgos: una prolongación de las afectaciones a la producción por el cierre de actividades y la falta de suministros; un aumento de contagios o segundo brote, que ocasionaría problemas financieros y de solvencia, y menores ingresos de empresas y hogares y afectaciones al empleo.
La mayoría mencionó que el mercado laboral ha resentido las consecuencias de la crisis sanitaria. Destacó que en abril se perdieron 555 mil empleos formales registrados en el IMSS.
Casi todos consideraron que ante el aumento esperado en el déficit y la reducción del producto interno bruto (PIB), se anticipa un incremento en la deuda pública como porcentaje del PIB.
Advirtieron que como resultado de la contingencia derivada de la pandemia de Covid-19, existe el riesgo de un deterioro en el crédito en los próximos meses, tanto porque algunos acreditados presenten dificultades para pagar como porque algunos bancos, de forma precautoria, decidan restringir el financiamiento.
Recordaron que desde febrero de 2020 se continuó observando la atonía en el consumo privado que ha prevalecido durante varios meses. La información revela afectaciones asociadas al Covid-19 a partir de marzo, en las ventas de tiendas departamentales como reflejo del impacto diferenciado de las medidas de distanciamiento social.
En tanto, las ventas en tiendas de autoservicios experimentaron un importante repunte como resultado del comportamiento precautorio de los consumidores.