Sugieren a Gobierno dar salario de emergencia de 3 mil 500 pesos

Dado que la pobreza por ingresos aumentará hasta el 7.9 % por la crisis del coronavirus, el Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD) recomendó este lunes a México aplicar transferencias de emergencia por 3 mil 500 pesos al mes (más de 150 dólares).

El PNUD sugirió distribuir este monto, superior a la línea de pobreza por ingresos, a los trabajadores informales, que representan más del 50 % del empleo total, a los más de 9 millones de mexicanos en pobreza extrema y a los cerca de 12 millones de adultos mayores sin pensión contributiva.

«Lo que esta orientación está tratando de invitar a la reflexión es que haya una propuesta de atención a estos grupos, que podría contribuir a la definición de ingresos básicos para todas las poblaciones en situación de vulnerabilidad», explicó Cynthia Martínez, experta del PNUD.

La investigadora presentó el informe «Desafíos de desarrollo ante la COVID-19 en México. Panorama socioeconómico», una consulta con casi 20 especialistas que estiman que el PIB caerá -8.7 % para el próximo octubre.

El reporte citó un posible aumento de 9.8 millones de personas en pobreza de ingresos por un incremento de hasta 5.3 % en la tasa de desempleo y una caída general del 5 % en los ingresos, con base en el Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (Coneval).

También señaló una contracción de 34.8% del consumo privado en la segunda mitad de abril, una reducción de 3.4 % en la producción industrial de febrero y marzo, y una depreciación acumulada de 57 % en el precio del petróleo hasta el 5 de mayo.

«Este estudio parte desde la visión de que el entorno económico y social en México, de por sí, ya era adverso», comentó Martínez.

México afronta la fase más critica por COVID-19, al acumular 68 mil 620 casos y siete mil 394 muertos confirmados por la enfermedad.

Sin embargo, hasta el 18 de mayo, había realizado solo 116 pruebas por cada 100 mil habitantes, uno de los mínimos de la región comparado con 2 mil 170 de Perú, 2 mil 078 de Chile y mil184 de Panamá, según la gráfica que presentó Marcela Meléndez, economista en jefe de PNUD para América Latina.

«El testeo, como veremos, no solo va a ser clave en entender cómo evoluciona la enfermedad y el riego en el que está nuestro sistema de salud de colapsar, sino también en términos de pensar cómo transitamos hacia un ‘nuevo normal'», expuso.

Además, México también está en el último lugar regional en apoyos para la crisis, con un paquete económico de menos del 1 % del PIB frente al 12 % de Perú, dijo la economista con base en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La secretaria mexicana de Economía, Graciela Márquez, justificó la falta de pruebas masivas al argumentar que las autoridades sanitarias del país dudan de su efectividad.

Asimismo, afirmó que la capacidad de endeudamiento de México está limitada por la caída del precio del petróleo, que afecta a las finanzas públicas.

Por ello, insistió en que la solución debe enfocarse en la vacuna y la cura al demandar una mayor cooperación internacional, que debería impulsar el sistema de Naciones Unidas.

«De otra manera vamos a estar enfrentando unos patrones de crisis, causados por el contagio, el brote, el rebrote, si no tenemos cómo contener la pandemia», consideró.

Ante el aumento de pobreza, la crisis sanitaria está transformándose en una emergencia social, con un incremento en la violencia, explicó el especialista en seguridad Mario Salomón, representante en el país del Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial.

El experto ha detectado saqueos de productos básicos como medicinas y alimentos en zonas del país afectadas por la crisis.

«Hay un incremento, es un caldo de cultivo que es propicio para que este tipo de delitos aumenten», indicó Salomón, quien es parte del Consejo Nacional de Seguridad Privada.

El especialista apuntó al aumento anual de 3.6 % en el primer trimestre del año de los homicidios.

Con ello, recordó que México ya afrontaba niveles históricos de violencia, con 2019 con el récord de cerca de 35 mil asesinatos.

Esto, advirtió, podría agravarse ante la falta de apoyos oficiales para empresas y trabajadores.

«Eso pega a nivel de los ingresos de la familia, en una falta de recursos suficientes para poder mantenerse en el día con día, lo que genera una presión adicional a la que ya teníamos», reflexionó.