Plan de austeridad de AMLO no toca a Dos Bocas

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un plan para enfrentar la crisis económica generada, principalmente, por el coronavirus, que incluye la desaparición de 10 subsecretarías y recortar 25 por ciento los salarios de altos funcionarios, pero deja intactas obras de infraestructura y programas sociales emblemáticos de la Cuarta Transformación.

López Obrador proyectó que con estas medidas de «eficiencia, honestidad y austeridad» podrá liberar 622 mil 556 millones de pesos para aumentar el presupuesto destinado a obras como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Aeropuerto de Santa Lucía, la producción petrolera y apoyos sociales para adultos mayores, personas con discapacidad, Tandas de Bienestar y Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros.

En entrevista con El Sol de México, el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, quien enfrentó la crisis económica de 2009 y la pandemia por la influenza H1N1, calificó como «claramente insuficiente» el plan de este gobierno.

«La situación económica actual y futura del país está bastante comprometida, por decir lo menos, yo creo que como nunca la hemos visto. Las crisis de los 70, de los 80, la del 95 o la de 2009, se van a quedar chiquitas con lo que nos va a tocar vivir y, por ello, se requiere mucha creatividad y voluntad política, muchos recursos y sobre todo mucha credibilidad para poder instrumentar un programa que ayude a enfrentar esta crisis que será profunda y larga. Lo anunciado el día de hoy no va en la dirección correcta», sentenció el exsenador panista.

Cordero Arroyo expuso que en 2009 se instrumentó un programa de política contracíclica, que incluyó aumentar el déficit con medio punto del Producto Interno Bruto para proteger a los trabajadores apoyando a las empresas con una parte de su salario, congelar el precio de la gasolina, prorrogar el pago de las obligaciones fiscales de las empresas y desarrollar un programa de empleo temporal agresivo, entre otras acciones.

Durante su mañanera, el primer mandatario informó que el decreto en materia de recuperación económica, que también establece que los altos funcionarios se quedarán sin aguinaldo, entrará en vigor hoy y culminará el 31 de diciembre de 2020.

López Obrador también anunció que no se ejercerá 75 por ciento del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales y suministros.

Insistió en que se generarán tres millones de créditos y dos millones de empleos, «todo esto es para proteger a 70 por ciento de los mexicanos y a 25 millones de hogares, sobre todo en sectores pobres y clases media», enfatizó el titular del Ejecutivo.

Al respecto, la economista Clara Jusidman Rapoport consideró que la estrategia del político tabasqueño estrangula a la administración pública federal, «dejándola en los huesos y recargándose en los ingresos de los trabajadores del Estado», y apuntala obras y programas que podrían pausarse frente a la crisis económica.

«Mantiene estas inversiones que muchos pensamos que en este momento deberían de detenerse para canalizar más recursos a la emergencia sanitaria y a salvaguardar por lo menos los ingresos de sectores amplios que han quedado afectados por las políticas de cierre social», comentó en entrevista con este diario.

El economista de la UNAM Alberto Castañeda alertó que el programa anunciado derivará en una mayor desigualdad social porque no cuida el empleo.

Los ingresos laborales representan 67 por ciento de los recursos de una familia, mientras los apoyos sociales sólo 16 por ciento, señaló el economista.

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