Por la Huasteca: en el Castillo de la Salud y con la Mariposa Azul de Edward James

Reportaje

Por Susana Vega López

“Lejos de aquí, cerca del mar, en la famosa huasteca…”, cantó Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri, en su composición La Guacamaya y viene a la mente este fragmento para hablar de lugares de espectacular belleza porque se encuentra precisamente en el corazón de la huasteca potosina: El Castillo de la Salud y el Jardín Surrealista de Edward James.

Las tres huastecas (se hermana con las de Hidalgo y Veracruz) forman parte de una de las regiones más ricas en recursos naturales pues se encuentran verdaderas riquezas de flora y fauna, además de zonas arqueológicas que han sabido aprovechar los potosinos para encantar a propios y extraños.

¿Pero qué hay de particular en estos destinos del estado de San Luis Potosí? Que allí, se localiza el municipio de Axtla de Terrazas, a tan sólo 25 kilómetros de Xilitla, donde Beto Ramón hizo un santuario especializado en medicina natural: el Castillo de la Salud.

CASTILLO DE LA SALUD

Es un pintoresco sitio bañado de colores alegres que son un festín para la vista. Sus fachadas de colores vivos, fuertes, como el rosa mexicano, azul turquesa, el amarillo huevo, por citar algunos, resaltan, a lo lejos del verde selvático y el azul del cielo.

Pero lo más importante: es un lugar en donde, por tradición, se utilizan las yerbas para mejorar la salud de los habitantes y quienes asisten atraídos por la maravilla de sus métodos de curación para los males que les aqueja con pomadas, tisanas, jarabes y menjurjes elaborados con plantas, elementos naturales y rezos en náhuatl.

El médico tradicional, Beto Ramón, construyó un conjunto de edificios de peculiares diseños y cada uno tiene su nombre: la Iglesia del Señor de la Salud, Ojo de Dios, la Torre de Abel, el Arca de Noé, la Casa del Venado, el Libro de las Sagradas Escrituras, el Árbol del Corazón y la Casa del Curandero donde se trata a los enfermos según sean sus males. Es costumbre que un chamán reciba a los pacientes y les realice una limpia tradicional que es toda una experiencia donde se activan los sentidos.

Es obligado hacer un recorrido por el jardín botánico y probar la deliciosa comida huasteca.

EL JARDÍN SURREALISTA DE EDWARD JAMES

En el Pueblo Mágico de Xilitla se encuentra un vergel que llamó la atención del escocés Edward James, poeta, escultor y mecenas, quien llegó a México en busca de nuevas aventuras que lo llevaron a San Luis Potosí, donde adquirió 37 hectáreas para construir lo que llamó su Jardín Surrealista, donde también vivió por temporadas y se reunió con otros artistas como Leonora Carrington.

Y es que, en su periplo por tierras potosinas, tuvo una revelación: cuando se metió a las aguas que bajaban de una cascada, una mariposa azul se le posó y eso bastó para tomarlo como una revelación para realizar sus sueños.

Contrató gente del lugar para realizar 36 esculturas esparcidas estratégicamente en lo que se considera el único jardín surrealista de América Latina. Un espacio con flora diversa y fauna entre las que se encuentran ocelotes, serpientes, ciervos, flamencos y diferentes tipos de aves.

Edward era apasionado de las flores pero se entristecía cuando las plantas, en invierno, dejaban de florecer. De hecho, hacia 1947 cuando adquiere el terreno, había cafetales y miles de orquídeas pero en 1962 una helada terminó con prácticamente toda vegetación, por lo que mandó construir una gran flor de loto para que siempre hubiera este elemento que le apasionaba.

Este lugar, al que también se le conoce como “Las Pozas” porque tiene nueve pozas naturales y varias cascadas, parece un laberinto que tiene escaleras que no llevan a ningún lado, cuartos inconclusos, otro más con castillos en forma de pata de elefante aunque en lugar de cuatro hay tres porque la otra representa a la que pisó a su tío en una cacería y quien fue el que le heredó una cuantiosa fortuna, o una piscina en forma de ojo en donde se sumergía para refrescarse y ver nadar a los peces que metió para su gozo, y hasta una escultura en forma de féretro donde, dicen, Edward se acostaba para cargarse de energía.

Aquí, en Xilitla se encuentra una de las dos sedes del Museo Leonora Carrington (la otra está en el Centro de las Artes en la capital de San Luis Potosí) donde se exhiben las obras de esta artista así como joyas y objetos personales de la escultora, pintora y poetiza nacionalizada mexicana que nació en 1917 en Inglaterra y murió en la Ciudad de México en 2011 y que tuve el gusto de conocer en un homenaje que se le hizo en el Museo de Arte de México.

Vale la pena la visita a este lugar donde se puede subir la escalera al cielo y no llegar a él porque la obra se interrumpe intempestivamente. O pasar por una escultura que representa una navaja de afeitar y a la que llamó la entrada al cielo porque su paso es muy estrecho y aquellos que logren cruzarlo estarán en el paraíso.

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