El papa Francisco ha instituido un fondo de emergencia para las áreas misioneras afectadas por el coronavirus COVID-19 y ha realizado una primera donación de 750 mil dólares.
Francisco pretende así ayudar a aquellas zonas en Asia, América Latina y África donde la escasez de medios combinados con el coronavirus podría crear situaciones muy difíciles de gestionar.
“El papa está invitando a toda la vasta red de la Iglesia a enfrentar los desafíos que se avecinan”, comentó el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Luis Antonio Tagle, en una nota de la agencia de comunicación de las obras misioneras.
Tagle explicó que sólo en África hay más de 74 mil hermanas religiosas y más de 46 mil sacerdotes que administran 7 mil 274 hospitales y clínicas, 2 mil 346 hogares para ancianos y vulnerables y educan a más de 19 millones de niños en 45 mil 88 escuelas primarias y en muchas áreas rurales son los únicos proveedores de atención médica y educación.
El papa invita a los diferentes organismos de la Iglesia a ayudar a contribuir a este fondo a través de las Obras Misionales Pontificias para que se ayude a estas zonas.
Según el presidente de las Obras Misionales Pontificias, el arzobispo Giampietro Dal Toso, “se puede demostrar que nadie está solo en esta crisis”.