El Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, manifiesta su preocupación por la extinción de los Fideicomisos decretada por el Presidente de la República, debido a que pudiera poner en riesgo los fondos de pensiones que incluyen recursos de los trabajadores, las prestaciones laborales, la atención oportuna de desastres naturales, los gastos catastróficos de salud, el mantenimiento de carreteras y los fondos de estabilización que dan certidumbre a las finanzas públicas del país. Se trata de temas medulares para México y las familias mexicanas.
Los Fideicomisos constituyen un ahorro responsable hecho durante muchos años, con un fin y un objetivo que brinda certidumbre y viabilidad a diversos proyectos y servicios que brinda el Gobierno Federal.
El cierre de 2018 existían 335 Fideicomisos con un saldo de 878.7 mil millones de pesos. Durante 2019, se crearon 9 fideicomisos y se cerraron 6, por lo que actualmente hay 338 Fideicomisos con un saldo de 740.5 mil millones de pesos; es decir, sufrieron una disminución de 138.1 mil millones de pesos respecto al 2018, ya que el Gobierno Federal decidió utilizar el ahorro de los mexicanos para compensar la caída de ingresos fiscales.
Para ponerlo en perspectiva, los recursos que hasta ayer concentraban los Fideicomisos representan el 12.3% del presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados para 2020; lo que equivale a 15 veces más el presupuesto autorizado para el campo.
El Gobierno Federal no puede seguir comprometiendo el patrimonio de los mexicanos, como ya lo hizo con el Fondo de Estabilización, un ahorro que estaba destinado para crisis o contingencias, que se utilizó para compensar la baja recaudación ante el decrecimiento de la economía.
Se trataba de uno de los blindajes más responsables de nuestra economía; hoy, estamos en una posición de extrema vulnerabilidad para enfrentar el COVID-19. Si se pretende proteger los bolsillos de los mexicanos, los recursos para atender la emergencia sanitaria deben salir del gobierno y no del patrimonio de los ahorradores.
Cerrar los fideicomisos es una medida desesperada para conseguir recursos ante la serie de errores que se han cometido en esta administración.
El gobierno mexicano puede tener recursos adicionales si suspende de forma temporal proyectos que no son prioritarios en este momento como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya.
Nuestro país enfrenta la tormenta perfecta: una crisis de salud y una recesión económica que están generando efectos y consecuencias negativos para las y los mexicanos. Hoy, más que nunca, México requiere certeza en las acciones gubernamentales y fundamentos razonados en las decisiones que el Gobierno Federal está tomando para ejercer puntualmente los recursos públicos.
Las diputadas y diputados del Grupo Parlamentario del PRI, estaremos atentos para que la extinción de los fideicomisos públicos no afecte las pensiones y las prestaciones laborales de los trabajadores, los recursos para la atención de desastres, los fondos de salud, la construcción de infraestructura, ni los fondos para detonar la investigación científica y tecnología del país.
Todos los mexicanos queremos que haya recursos suficientes para enfrentar la pandemia del COVID-19, pero sin poner en riesgo el ahorro de los mexicanos, ni afectar a la gente más vulnerable, ni al sector productivo que es generador de empleos. En lugar de desaparecer los fideicomisos, avancemos en una ley para regularlos y garantizar que rindan cuentas, que sean más transparentes y cumplan con sus objetivos.