La Opera Metropolitana de Nueva York concluyó con Eugene Onegin la primera semana de una serie de óperas disponibles en forma gratuita diariamente en Internet. La MET, como se conoce, canceló lo que quedaba de su temporada 2019-20, que hubiera finalizado el 9 de mayo, debido a la pandemia del coronavirus, incluidas todas sus presentaciones en vivo y las transmisiones Live HD.
Cada noche a las 17:30 horas de México se lanzará una ópera nueva que estará disponible hasta las 16:30 horas del día siguiente. Se trata de producciones completas de gran éxito de la serie Live HD, que cubren un periodo de 14 años de transmisiones, encabezadas por los más grandes cantantes de la ópera.
En el caso de Eugene Onegin la filmación fue hecha el 24 de febrero de 2007, con la orquesta bajo la conducción de Valery Gergiev. En los papeles principales estuvieron la soprano estadunidense Renée Fleming (Tatiana), el barítono ruso Dmitri Hvorostovsky (Eugene Onegin) y el tenor mexicano Ramón Vargas (el poeta Vladimir Lensky, su mejor amigo).
La transmisión abre con una introducción del bailarín Mikhail Baryshnikov quien expresa que Eugene Onegin ocupa un lugar único en el legado musical ruso: “Ésta ópera asombrosa de Tchaikovsky se basa en una novela entrañable escrita en verso por Alexander Puskin. Juntos (la novela y la ópera) representan la cultura rusa en su punto más alto”.
“Esta ópera toca el corazón de cualquier persona que ha estado enamorada, en especial el amor no expresado. Hoy la Met lleva esta gran obra maestra a públicos alrededor del mundo”.
Al final de la función la transmisión incluyó entrevistas con el director de orquesta y los cantantes. En lo personal a Gergiev le gusta Tchaikovsky porque es “muy peligroso. Su escritura es tan sencilla que en las manos de una máquina rutinaria muere de inmediato”. Es “muy cuadrado. El intérprete tiene que pensar, ‘oh, debería de ayudar, deberíamos de ayudar’. Luego, uno busca en dónde está la ayuda”.
Para Ramón Vargas ésta producción pone más atención en la reacción de las personas, que significa que “estamos totalmente concentrados en el drama de cada personaje, e inmersos en un espacio con un cambio de colores que te hacen sentir”.
Según Dimitri Hvorostovsky, en Eugene Onegin “encontramos algunos de los momentos más emotivos y sensibles, además de bellas melodías, que Tchaikovsky haya compuesto. Los personajes son representados de una manera muy fuerte, cada uno con su retrato melódico, que los hacen memorables. Canten lo que canten es recordado.
“Tatiana es un personaje tan profundo que no deja a nadie indiferente. Sus primeras palabras en el escenario llegan directo al corazón, uno cae y se involucra en la historia”. Para el barítono fallecido en 2017 es un relato que le exige mucho a uno en lo artístico: “Te envuelve en lo artístico y lo personal”.
Sobre su química con Dmitri, Renée Fleming asegura “somos muy espontáneos. Cuando te sientes a gusto con alguien –nos conocemos desde hace muchos años–, se invita a la espontaneidad y lo impulsivo que, a su vez, mantiene cada actuación fresca. Es en esa frescura que uno encuentra un momento de inspiración. De otra manera estaríamos aburridos y sólo repetiríamos movimientos”.
De acuerdo con la soprano Gergiev es “único” como conductor, ya que “con gran facilidad abraza tus pensamientos y las espontaneidades. Le apunta al drama y el significado y la expresión detrás del texto, que son cruciales. También tiene un gusto fabuloso. Si algo funciona lo celebra”.
