Culpables: Neoliberalismo, Negligencia y Protocolos

Artículo Invitado

*Los Feminicidios y el Presunto Diagnóstico Oficial

*La Señora Sheinbaum y su Evaluación: Negligencias

*La SEP y el Inicio de una Investigación Administrativa

*Aseveraciones: Huelen a Pretextos y Justificaciones

Por Alejandro Zapata Perogordo

Cabe destacar que diversos grupos de mujeres integradas en organizaciones civiles han dedicado tiempo, talento, esfuerzo y recursos para transformar la realidad del país en relación con el reconocimiento y aplicación de la equidad de género, pues históricamente han sido culturalmente discriminadas.

Pues bien, prácticamente lograron introducir a la agenda nacional con el objetivo de obligar a las autoridades a actuar con perspectiva de género y evitar estereotipos a la par de impulsar programas y acciones tendientes a cambiar patrones culturales que impiden su desarrollo integral en condiciones de equidad, al encontrar barreras discriminatorias por el hecho de ser mujeres.

El rostro más significativo de esa lucha se encuentra en el dolo misógino que, por razones de genero viene acompañado de gran brutalidad y en nuestro entorno, por lo regular de impunidad. La vulneración de la dignidad de las mujeres ha estado presente durante siglos; se han visto sometidas en la historia de la humanidad a expresiones crueles de violencia por quienes se consideran dueños del cuerpo y vida de ellas, ante graves omisiones del Estado.

Las cifras son escalofriantes, diez mujeres asesinadas diariamente, sin conocer regiones, afecta a todas las edades, estratos sociales, económicos, de todas las razas, credos y culturas.

En días recientes, lamentablemente, se han presentado cuando menos tres casos trágicos y emblemáticos: Abril, Ingrid y la pequeña Fátima.

Por sus circunstancias y características particulares, este último es el que más llama la atención, una niña de apenas siete años, robada de su escuela, es encontrada muerta cuatro días después con huellas de violencia, tocando fibras sensibles por el desgarrador acontecimiento.

El todólogo Presidente de la Republica como acostumbra hizo su diagnóstico: “…es un proceso de degradación progresivo que tuvo que ver con el modelo neoliberal…”, digno de publicarse en la sección de “Aunque Usted no lo Crea”.

Por su parte, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, ante los reclamos de la familia por la inactividad de los funcionarios a su cargo, solo se atrevió a responder que se trató de una cadena de negligencias.

En tanto, la SEP avisa el inicio de una investigación administrativa al advertir que los directivos de la escuela no acataron los protocolos de seguridad.

Tales aseveraciones huelen a pretextos y vanas justificaciones. Lo ideal es evitar ese tipo de episodios, que únicamente pueden anticiparse con planeación, estrategias e implementación de políticas preventivas, que no se ven por ningún lado, por el contrario, abordan esos temas con ligereza y poco profesionalismo hasta que quedan en evidencia, como ejemplo, el caso de “El Lunares”.

Distribuir culpas, no significa asumir responsabilidades.

 

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