Como Atleta, de Primera; Como Administradora, de lo Peor

Por Arturo Álvarez

Ana Guevara, sin duda, está en la historia no solamente de México sino del mundo deportivo. Fue una de las grandes y nadie le puede ni le debe regatear el reconocimiento.

Sin embargo, como servidora pública, como directora de la Comisión Nacional del Deporte confirma lo que siempre se ha dicho: ser una buena atleta no la hace una buena servidora.

Porque contra lo que se afirme, su gestión ha sido cuestionada y cuestionable. El trato que otorga a los atletas de alto rendimiento y a todos aquellos que buscan calificar para asistir a los Panamericanos y después a la Olimpiada, dista mucho de ser de alguien que en su paso por las pistas de tartán o de arcilla, recibió halagos y reconocimientos.

Ganó lo que estaba en la mesa. Fue la atleta del año y obtuvo un millón de dólares corriendo los 400 metros. Abandonó el deporte como una triunfadora e inexplicablemente optó por la política.

Ya fue diputada. Ya fue senadora. Ya es servidora pública. Y en ninguna de sus actividades logró sobresalir como una eficiente legisladora y ahora menos como directora del órgano rector del deporte.

Son muchas las voces que se alzan para que justifique el uso de más de 5 mil millones de pesos solamente en el ejercicio de 2019. Ella ha callado. No lo hizo cuando el SAT la acusó de no pagar impuestos. Alzó la mano y expresó, apenas en noviembre pasado, que las reglas fiscales le permitían deducciones que ahora no. Pero en su tiempo, eran válidas.

¿Dónde quedó la atleta impía?

EL PAN POR SU DESTITUCIÓN

Conocidas las irregularidades cometidas en la CONADE, el Partido Acción Nacional solicitó a la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, destituir a la atleta, por presentar o permitir documentación falsa para justificar el gasto del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento.

La coordinadora de Promoción del Deporte del CEN del PAN, Karla Karina Osuna Carranco, lamentó que el proceso tardío que hubo ante tal problemática, ya que desde junio de 2019 el Presidente López Obrador ordenó públicamente que la SFP auditara al Fodepar, por lo que el Órgano Interno de Control comenzó con una revisión que terminó en septiembre del mismo año y hasta 2020 se da a conocer las irregularidades.

(Por lo visto en la SFP no le hacen caso al Presidente)

De acuerdo con la dirigente panista, en la comprobación de los gastos presentado por la administración de Guevara, hubo triangulación de recursos por lo cual a nombre de su partido exigió la destitución.

Uno de los argumentos de la panista es que la gestión de Guevara ha estado plagada de irregularidades y como ejemplo citó la alteración del proceso de selección y reducción de becas a deportistas, lo que acaba de ocurrir con el fideicomiso y ahora la ley mordaza a los trabajadores, a quienes se les prohibió dar cualquier entrevista sin previa autorización.

Hasta donde se sabe, la Auditoría Superior de la Federación en su examen previo de la Cuenta Pública de 2019 detectó la irregularidad en el manejo de los recursos y la propia Secretaría de la Función Pública informó de manera oficial de la falta de comprobación por más de 5 mil millones de pesos, lo que supone desviaciones.

Aunque la auditoría de la SFP no es una acusación sino una observación, al saber de ella se recordó como la atleta ha sido una mala funcionaria y ha tratado a quienes buscan ir a las Olimpiadas con enfado y hasta agresiones.

La funcionaria no ha respondido a la observación, no por lo menos hasta el pasado fin de semana, lo que equivale a un silencio poco conocido de parte de quienes son observados por la SFP.

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