Emilio Lozoya, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) detenido el miércoles bajo cargos de corrupción, y quien es reclamado en extradición por México, ingresó hoy a una cárcel que, por su nivel de hacinamiento y violencia, es una de las más conflictivas de España.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior español confirmaron a La Jornada que el detenido llegó al penal “en torno a las siete de la tarde (hora española, doce del día en México)”.
Lozoya fue detenido ayer en la lujosa urbanización de La Zagaleta, en Málaga, en el sur de España, y pasó la noche en los calabozos de la comisaría provincial, hasta que hoy por la mañana fue trasladado a las dependencias judiciales de la vecina Marbella. Ahí prestó su primera declaración por videoconferencia ante el juez instructor del caso, Ismael Moreno, de la Audiencia Nacional.
De esa forma, el ex funcionario pasará de dormir en el fraccionamiento más caro de España y uno de los vecindarios más exclusivos de Europa, a una de las cárceles con más porcentaje de hacinamiento en el continente.