Interés Superior del Menor vs Alienación Parental
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“Custodia Compartida” (“Jusqu’à la Garde”) película francesa de 2017, dirigida por Xavier Legrand, con la actuación de Léa Drucker (Miriam Besson), Denis Ménochet (Antoine Besson), Thomas Gioria (Julien Besson) y Mathilde Auneveux (Joséphine Besson); se estrenó en Francia el 7 de febrero de 2018.
Myriam y Antoine Besson se han divorciado, ella solicita la custodia exclusiva de su hijo Julien para protegerlo de un padre al que acusa de violento; Antoine defiende su caso como un padre despreciado; ante este conflicto entre sus padres, el joven Julien se ve empujado al límite.
La cinta se presentó en la competición principal del Festival Internacional de Cine de Venecia de 2017, donde ganó el León de Plata, y es una severa crítica sobre una condición en apariencia socialmente superada, pero que sigue vigente con gran disimulo: el machismo con todos sus calificativos de indeleble, imparable, infame, intransigente, impune e inaceptable
LA AUDIENCIA
La historia abre con una audiencia, casi a manera de careo, en la que Miriam y Antoine, con sus respectivas abogadas, están frente a una jueza, él busca la custodia compartida sólo de su hijo Julien de 12 años, pues su hija Joséphine pronto cumplirá la mayoría de edad, mientras la madre lo que quiere es la custodia exclusiva.
Conforme a los alegatos que verbalmente formulan las abogadas y sin antecedentes, todo indica que se está ante un caso de alienación parental, pues el encendido discurso de la abogada del padre suena razonable, máxime cuando indica que la madre del menor ha mudado continuamente de casa para evitar que el demandante vea a su hijo.
En 1987 Richard Gardner publicó el libro “El Síndrome de Alienación Parental y la Diferencia entre Abuso Sexual Infantil Fabricado y Genuino”; en el cual sostiene que ese síndrome parte de la perspectiva de la protección del progenitor “víctima” y castiga o sanciona al “alienador”, con medidas que tienden a la “reprogramación” o “desprogramación” del menor, a fin de privilegiar el derecho del padre “víctima”.
En la materia familiar la alienación parental parte de la premisa de que ante la manipulación ejercida por un progenitor, se le sancione privándole de la posibilidad de tener la guarda y custodia o de convivir con el menor de edad, cuando lo correcto sería que el dictado de la medida es para que el manipulador cese en sus actitudes o conductas y para que el menor readquiera la conciencia de que necesita la presencia de su otro progenitor, restableciendo vínculos afectivos y emocionales, para que así pueda tener un sano y equilibrado desarrollo en todas sus facetas.
LA SENTENCIA
Ante los alegatos de las partes, sobre todo del demandante que lo muestran como la víctima de una alienación parental, y habiendo leído una declaración emitida por Julien en la cual manifiesta que no quiere estar con su padre, la jueza tendrá que dirimir quién está mintiendo.
Siempre cabe la posibilidad de que el alegato esgrimido por alguna de las partes, en especial de aquél que asume el rol de víctima, sea un ardid; conforme a la historia de la película para que el padre pueda tener localizable, no sólo a sus hijos, sino a su ex esposa, que cambia de número de móvil y de domicilio para evitar que él la encuentre.
La cinta no revela las consideraciones de la jueza, pero ella falla por una custodia compartida, y ahora Julien tendrá que estar un fin de semana sí y otro no con su padre; el chico tiene temor y se puede pensar, tal vez ha sido creado por su madre Miriam, pero pronto su padre Antoine pierde los estribos cuando el niño sale solo de casa de sus abuelos maternos y su madre no está dispuesta a verle.
Esta escena hace reflexionar no sólo respecto a la decisión de la jueza sino también a la responsabilidad de los abogados, pues es obvio que su objetivo es lograr un beneficio para su cliente, pero cuando está de por medio un pequeño, la ética profesional debe exigir siempre ponderar el interés superior del menor.
LA CONSECUENCIA
Antoine poco a poco saca su lado violento para su con su hijo, y para ello hay una escena que así lo revela cuando avienta la comida en casa de sus padres, jalonea al niño para forzarlo a hablar y le indique el domicilio verdadero de su madre.
Por lo general toda persona violenta, sabe controlarse en público, sobre todo frente a aquéllos que representan la autoridad del Estado, y en ocasiones se muestran frágiles y dispuestos a cambiar; sin embargo, éste un mecanismo más de manipulación para ocultar su personalidad violenta; además la persona violenta suele celar a su pareja, lo cual crea una obsesión enfermiza, creando daños colaterales a los hijos.
La cinta expone como la violencia verbal puede tornarse física en cualquier instante, y con los consecuentes daños psíquicos, corporales e inclusive a la vida.
La última secuencia del filme da pauta de la presión desmedida de Antoine que llega al grado de disparar con una escopeta la puerta del departamento de Miriam, por lo que ella y su hijo se esconden en la tina del baño.
La cinta busca concientizar a la sociedad que con la separación de un matrimonio no siempre se pone fin al problema de un cónyuge abusador siendo que los hijos sacan la peor parte.
En México, el artículo 2, segundo párrafo, de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes prevé que el “interés superior de la niñez deberá ser considerado de manera primordial en la toma de decisiones sobre una cuestión debatida que involucre niñas, niños y adolescentes”; de ahí que cuando se tome una decisión que les afecte en lo individual o colectivo, “se deberán evaluar y ponderar las posibles repercusiones a fin de salvaguardar su interés superior y sus garantías procesales”; pero ¿en realidad en los conflictos de guarda y custodia se respetara el interés superior del menor o se hará caso a la alienación parental?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…